Vie 15.05.2009

SOCIEDAD  › DECRETO DE MACRI PARA INCREMENTAR EL VALOR DE TERRENOS EN BASE A OBRAS PUBLICAS

El revalúo porteño huele a un aumento de ABL

El gobierno porteño resolvió por decreto revaluar los terrenos ubicados en zonas donde se hubieran realizado mejoras urbanas, como viaductos, plazas o estacionamientos subterráneos. La medida generó la reacción de la oposición que la consideró “ilegal” porque no ha pasado ni pasará por la Legislatura y porque “no se les puede cobrar a los vecinos dos veces la misma obra, ya que la pagaron con sus impuestos”. Voceros del gobierno porteño se limitaron a asegurar que “no van a aumentar los impuestos de ABL”, pero no explicaron mediante qué mecanismo el revalúo no se traducirá en incremento.

El decreto 376/09, firmado por Mauricio Macri, su ministro de Hacienda, Jorge Grindetti, y el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, fue publicado en el Boletín Oficial del lunes último. Allí se establece que los terrenos que estén próximas a un viaducto o paso bajo nivel, de una calle peatonalizada o de una plaza nueva, aumentarán su valuación entre un 2,5 y un 60 por ciento.

Macri ya había logrado aumentar el impuesto del Alumbrado Barrido y Limpieza (ABL) al comienzo de su gestión, en un promedio del 100 por ciento, que en algunos casos alcanzó el 240 por ciento.

“Es ilegal revaluar una propiedad en base a la obra pública realizada, que ya fue pagada por el contribuyente, por lo que se le estaría cobrando dos veces”, dijo a Página/12 el diputado Aníbal Ibarra (Diálogo por Buenos Aires). Su colega Marcelo Meis (Convergencia Federal) presentó un proyecto para derogar el decreto de revalúo por considerarlo “inconstitucional, ya que toda suba en materia impositiva es competencia de la Legislatura”.

Ayer, el gobierno porteño no quiso dar más detalles ni aclaraciones acerca del revalúo. Desde el Ministerio de Hacienda, derivaron la consulta de Página/12 a la Administración General de Ingresos Públicos (AGIP), donde los voceros se limitaron a aclarar que “sólo se trata de una actualización de la base de datos de valuaciones” y a asegurar que “no va a haber aumento de impuestos”.

Ayer había trascendido en la prensa que para que el revalúo tuviera vigencia tenía que ser ratificado por la Legislatura, pero el diputado Meis aclaró que “como no se trata de un decreto de necesidad y urgencia, no requiere de tratamiento legislativo”.

El decreto de Macri argumenta que “se torna imperioso modificar la base valuatoria de los inmuebles cuando se realizan obras públicas y privadas que los benefician directamente, así como también cuando se modifican las normas urbanísticas”.

Con ese fundamento, el jefe de Gobierno dispuso que “cuando se modifique el grado de aprovechamiento de las parcelas, aumentando su superficie edificable”, la valuación del terreno aumentará en forma proporcional entre un 5 y un 60 por ciento.

En tanto, cuando se unifique la superficie de la calle y la vereda, como ocurre con las calles peatonalizadas, la valuación aumentará un 10 por ciento para los frentistas. En el caso de que se construya un viaducto bajo nivel, la valuación aumentará un 2,5 por ciento para los que viven dentro e los primeros 100 metros y hasta un 10 por ciento para los que están a una distancia de entre 300 y 400 metros. También habrá aumentos para los terrenos ubicados hasta 400 metros del soterramiento del ex Ferrocarril Sarmiento, de entre un 5 y un 15 por ciento. Subirá un 10 por ciento para quienes vivan frente a una plaza nueva, y entre un 5 y un 10 por ciento para los ubicados hasta 200 metros de una plaza subterránea a construir.

Por si hay dudas sobre el impacto del revalúo en los bolsillos de los porteños, el artículo 9 del decreto establece que “el importe anual a ingresar por los gravámenes inmobiliarios, según lo establecido en el presente decreto y las actualizaciones que surjan de la aplicación del mismo, nunca podrá ser superior al uno por ciento del valor de mercado del inmueble”. Es decir que para un departamento de 60 mil dólares, el aumento no debería superar los 1800 pesos anuales.

“El criterio que aplican es arbitrario”, dijo Ibarra a Página/12. “Porque un viaducto en realidad puede bajar el valor de venta de un terreno, en vez de subirlo.” El ex jefe de Gobierno opinó que el Ejecutivo “tiene atribuciones para modificar el valor del terreno, pero no puede hacerlo sobre la base de la obra pública”.

Por su parte, Meis opinó que “si se pretende aumentar las valuaciones en base a las obras públicas, se deberían reducir los impuestos en las zonas de la ciudad que se encuentran injustamente postergadas”.

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