SOCIEDAD › GOLPEAN A LA MADRE DE UNA DIPUTADA QUE DENUNCIO AL GOBIERNO PORTEÑO
La diputada de Igualdad Social Liliana Parada reveló que su madre fue agredida al salir de su edificio en Boedo por un hombre que luego escapó. La legisladora vinculó el hecho a su denuncia por la patota oficial que desaloja indigentes en la ciudad.
› Por Gustavo Veiga
La diputada porteña Liliana Parada (Igualdad Social) reveló ayer que su madre, una persona mayor, sufrió un ataque a golpes que vinculó con las denuncias que realizó por hechos de represión institucional en la ciudad. “Esto fue un claro acto intimidatorio para callarme, para que me corra de las investigaciones que estoy haciendo”, dijo acompañada por unas 250 personas que le expresaron su solidaridad durante una conferencia de prensa que brindó en la Legislatura. El ataque contra María Estela Gismondi de Parada se produjo el martes a la tarde en el barrio de Boedo, cuando salía de su casa. Su agresor, un hombre corpulento y de estatura mediana, la empujó, le pegó varias patadas en la espalda cuando cayó al suelo y se alejó del hall del edificio sin robarle nada. La legisladora, que es abogada, la patrocina en la causa que se abrió en el juzgado de Mónica Berdión de Crudo.
Conmovida por la situación, Parada describió el episodio en que su madre resultó sorprendida cuando abría la puerta del edificio donde vive, en la calle Colombres al 1000. “Esta persona estaba al acecho en el momento en que mi mamá salía, como todos los martes, a tomar el té con sus amigas jubiladas. La esperó detrás de la puerta de madera con los bordes de vidrio y, cuando se encontraron de frente, la empujó, provocó su caída al piso y comenzó a patearla hasta que se cansó. Ella se asustó tanto que no podía dejar de gritar.”
La investigación judicial que quedó del fiscal Martín López Perrando tiene dos hechos más para considerar, que quizá estén vinculados con la agresión a la madre de la diputada. Un par de semanas antes, desde la vereda de enfrente del inmueble, un joven tomó fotografías a su fachada. No es la misma persona que la atacó, aunque en este caso, tanto Gismondi de Parada como el encargado del edificio en donde vive pudieron observarlo mejor. Si los dos episodios guardaran relación entre sí, la acción habría sido planificada con anticipación.
“En la segunda ocasión de las fotografías, a mi mamá le llamó mucho la atención que las sacara un joven delgado y distinto al que la agredió. Le preguntó al encargado si sabía quién podía ser y le respondió que quizá fueran los que sacan fotos para hacer multas. Pero ésas se toman desde vehículos”, contó la diputada de Igualdad Social y candidata a diputada de la Nación.
Parada precisó que luego del ataque su madre se pudo poner de pie, subió en el ascensor a su departamento y le pidió auxilio a su hermano. “Sufrió traumatismos, pero no le rompieron ninguna costilla. Ahora debe guardar veinte días de reposo. Y más allá del trauma que tiene, quedó a salvo de consecuencias más graves porque llevaba puesta una campera gruesísima y, cuando cayó, su cartera le quedó debajo de la cabeza y le hizo como de almohadón. Ni siquiera se le rompieron los lentes.”
Consultada sobre el origen de la intimidación –la carátula del expediente judicial tiene esa definición–, Parada señaló las denuncias que realizó en la Justicia y también públicamente: “Si consideramos las imputaciones contra esa fuerza parapolicial de la UCEP que golpea y amenaza a los indigentes e interviene en desalojos brutales como el de la avenida Paseo Colón, si tomamos en cuenta la denuncia de Puerto Pibes, donde se instala la policía sin ningún tipo de resolución que la avale y se les saca el lugar a niños en estado de vulnerabilidad, si decimos recientemente a través de un pedido de informes que se está designando a personal policial cuyo legajo es cuestionable en lugar de tener uno impecable y, si denunciamos al aparato de seguridad ciudadana de Mauricio Macri en su conjunto, es posible que se vean afectadas algunas personas. No adjudico el ataque a cualquiera de ellas en particular, pero por lo menos una sospecha”.
Las distintas organizaciones que acompañaron a Parada coincidieron con ella en que la agresión contra su madre fue un hecho intimidatorio. Entre algunas medidas que propuso junto a otros legisladores recordó que la Comisión de Derechos Humanos firmó un dictamen por mayoría para pedirle al cuerpo que disuelva la Unidad de Control del Espacio Público (UCEP) que depende del Ministerio de Ambiente y Espacio Público. También dijo que lo entrevistó al secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Duhalde, para informarle de la participación policial en desalojos contra personas en situación de calle.
“Hoy van por los indigentes, pero mañana serán nuestros hijos si están conversando tranquilamente en las puertas de sus casas. Lo harán por portación de cara o de ropa, como indeseables, sospechosos o merodeadores. Esa es la ciudad que se viene...”, concluyó Parada.
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