Dueños y choferes de taxis realizaron ayer una nueva movilización en el centro porteño como protesta por la implementación por parte del gobierno de carriles exclusivos para transitar en avenidas de la ciudad. La medida de fuerza, que comenzó en el Obelisco y concluyó frente a la Jefatura de Gobierno porteña, se produjo en sintonía con otras manifestaciones de empleados públicos de centros de salud y de gremialistas bancarios, por lo que generó trastornos y demoras para el tránsito. El jefe de Gobierno, Mauricio Macri, calificó la protesta como “política”. Según Macri, la caravana vehicular fue “un atropello más contra el resto de los ciudadanos que quieren circular” por esas cuadras y sentenció que en ese gremio “hacen política en tiempo electoral”. Sin embargo, para los taxistas, “a los efectos negativos que la situación económica produce sobre nuestra actividad, con caída de las recaudaciones y su consecuencia de más horas diarias de trabajo, el gobierno de Macri le sumó una política que agrava seriamente nuestra economía”.