Una psicóloga y un psiquiatra, ambos peritos oficiales, declararon ayer en el juicio al tirador de Belgrano y aseguraron que es un psicótico esquizofrénico que no comprende la criminalidad de sus actos. Los dos peritos analizaron a Martín Ríos durante la causa que el tirador serial tuvo en San Isidro por la portación ilegal de armas con la que cometió los ataques en Belgrano. Ríos fue absuelto en esa causa, en parte, gracias al dictamen de los peritos. Adrián Marcenac, padre de Alfredo, el chico asesinado por Ríos en 2006, aseguró en su momento que estos peritos hicieron un examen “incompleto” y basado en preconceptos.

“No comprende la realidad, sino que vive una realidad propia del tipo persecutoria”, dijo la psicóloga Silvina Catera, del gabinete de Psiquiatría Forense del Servicio Penitenciario Bonaerense, quien estimó que Ríos, en su supuesto delirio, llevaba el arma para defenderse.

La psicóloga descartó la posibilidad de que Ríos haya simulado demencia porque aplicó un test particular para ello. “Las respuestas de Ríos fueron consistentes, no mintió”, dijo. El psiquiatra Pablo Burgueño, de la Asesoría Pericial del Departamento Judicial de San Isidro, sostuvo que el acusado “está alienado, fuera de sí; no puede distinguir el bien del mal”. Aunque el primer testigo de la audiencia, el médico policial Julio Dobalo, dijo que Ríos “estaba lúcido y ubicado en tiempo” al ser detenido, días después del tiroteo. “Puede entender, pero no comprender. En la comprensión hay un elemento valorativo del que carece Ríos por su enfermedad”, precisó.