SOCIEDAD › JUAN ZABIELEWICZ FUE EL úNICO SENTENCIADO POR EL CASO EVELYN, ENTRE LAS PROTESTAS DE LOS FAMILIARES
El tribunal encontró culpable a Zabielewicz por asesinar a la pequeña Evelyn y enterrarla para ocultar el crimen. Su novia, su padre y la mujer del padre quedaron absueltos. La abuela de Evelyn reclamó, desgarrada, por los sobreseimientos.
› Por Carlos Rodríguez
“Malditos hijos de puta. Todos son culpables, todos.” Con la bronca acumulada y quebrada por el dolor irreparable causado por la muerte de su nieta, para Marta Elsa Bartolomé fue insuficiente la condena a prisión perpetua que recibió ayer Juan Sebastián Zabielewicz, de 32 años, como único responsable del asesinato de Evelyn Ferreira, de 8. La niña, que era huérfana de padre y madre, vivía con sus abuelos en una casa de la localidad bonaerense de Llavallol, de donde desapareció el 9 de octubre de 2006, luego de salir hacia el almacén del barrio para hacer unas compras. El 30 de octubre de ese año el cuerpo de la niña, que había sido sepultada cuando todavía estaba viva, fue hallado en una casa vecina. La abuela de Evelyn quería que también condenaran a tres familiares de Zabielewicz que vivían con él en el domicilio donde ocurrió el crimen y que fueron absueltos.
“No había un solo culpable. Cuatro son los culpables, cuatro”, repetía ayer la abuela de Evelyn, mientras su marido, Segundo Ferreira, trataba de tranquilizarla. En medio de una crisis de llanto, Marta Elsa Bartolomé recordó que ellos no presenciaron el desarrollo del juicio, que había comenzado el lunes de la semana pasada. “Lo único que nosotros hicimos fue declarar sobre lo que sabíamos. No escuchamos a ningún testigo de parte de ellos. Yo no sé qué peso tuvieron los testimonios, pero yo no estoy de acuerdo con este fallo. Acá los culpables son cuatro, cuatro, porque los cuatro participaron. Lo que pasa es que son padre e hijo, son todos parientes, y no se pueden culpar entre ellos.”
Los demás sospechosos, ahora absueltos, estuvieron detenidos unos pocos días, luego del hallazgo del cuerpo de la nena. Son María Alanís, Armando Zabielewicz y Vicenta Tapia, pareja, padre y madrastra, respectivamente, del autor material del crimen. La de ayer, en la Sala de Audiencias del Tribunal Oral 7 de Lomas de Zamora, debe haber sido una de las audiencias condenatorias más breves de la historia judicial bonaerense. Y la menos oral, porque la voz del secretario que leyó la sentencia no fue escuchada por nadie que estuviera a más de tres metros del estrado que ocuparon los jueces Roberto Lugones, Jorge Roldán y Elisa López Moyano.
Apenas se pudo escuchar que, como habían pedido el fiscal del juicio, Andrés Santos Procopio, y el abogado de la familia, Roberto Damboriana, el imputado Juan Sebastián Zabielewicz fue condenado a prisión perpetua por “homicidio doblemente calificado por alevosía y criminis causa”. De este modo se califica al crimen que se comete para ocultar otro delito, en este caso el de sustracción de menor, por el cual también fue considerado culpable Zabielewicz. Los jueces resolvieron absolver a los otros tres procesados, que habían llegado en libertad al juicio oral. Durante el debate, ni el fiscal ni el querellante levantaron cargos en contra de los tres familiares del único condenado.
“Sí, lo voy a apelar al fallo. Voy a buscar un abogado para apelarlo. Yo estoy segura de que los cuatro participaron del crimen”, dijo ayer la abuela de Evelyn, quien manifestó así su desacuerdo con la postura que expuso, en el juicio, su abogado Roberto Damboriana, quien ayer no pudo ser entrevistado por la prensa en el lugar de la audiencia, en el tercer piso de los tribunales de Lomas de Zamora. Después, en forma telefónica, Damboriana sostuvo que estaba “conforme” con el veredicto de los jueces. Todo hace pensar que, más allá de lo manifestado por Marta Elsa Bartolomé, es virtualmente imposible la posibilidad de una apelación.
El imputado, para quien la defensa había solicitado una condena de 8 años, el mínimo por el delito de “homicidio simple”, prestó declaración indagatoria el lunes pasado, en la apertura del juicio oral. Zabielewicz sostuvo que la muerte de la nena había sido “accidental”, aunque reconoció que ocultó el cadáver, enterrándolo en el patio de su casa, debajo de una parrilla, porque había sentido “miedo” y que no supo manejar esa situación.
El acusado dijo que había invitado a Evelyn a pasar a su casa para “darle de comer una milanesa” y que en esas circunstancias, la nena “comenzó a sentirse mal”. Siempre según su versión, él trató de ayudarla, pero ella se cayó al piso y quedó inconsciente. Sostuvo que intentó reanimarla, que la llevó al fondo de la casa, pero ella “ya estaba muerta”. Entonces, “por miedo”, decidió ocultar el cuerpo y la enterró en el patio de la casa. Se comprobó que la chica estaba todavía con vida cuando la sepultaron. Los peritos no pudieron confirmar la presencia de signos, en el cuerpo, de un presunto intento de abuso sexual, que se considera habría sido el móvil del crimen no admitido por Zabielewicz.
La sala, ayer, estaba repleta de familiares y vecinos de Evelyn. El principal acusado estuvo presente para escuchar la condena, pero no concurrieron sus tres familiares absueltos. La voz ahogada por el llanto de la abuela de Evelyn quedó resonando en el recinto: “Voy a buscar a alguien que me ayude para sacarme todo este dolor que tengo. No me voy a quedar sin hacer nada porque lo que le hicieron a mi nieta no tiene nombre. La golpearon, la estrangularon. Malditos hijos de puta”. El grito final fue desgarrador y varios tuvieron que sostenerla para que no se cayera al piso.
Los vecinos de los abuelos de Evelyn comparten las sospechas. “Cómo es posible que ellos tres (el padre, la madrastra y la mujer de Zabielewicz) no se hayan enterado de nada. Ellos convivían en la misma casa. Cómo no les va a extrañar que él haya cavado un pozo. Si no lo vieron cavar, tuvieron que haber visto la tierra removida. La madrastra dijo, cuando estuvo detenida, que el hijo de su marido era “un monstruo”. ¿Cómo lo sabía ella? ¿Nunca sospecharon de que él podía haber sido el que había secuestrado a Evelyn?”, comentaron ante Página/12 cuatro vecinas.
La nena estuvo tres semanas desaparecida y la buscaron la policía, los bomberos y los vecinos, incluso los miembros de la familia Zabielewicz, quienes se ofrecieron a “colaborar en todo lo que fuera necesario”. El barrio parece compartir la angustia, el dolor y la bronca que ayer expresó la abuela de Evelyn, para quien la condena del autor material “no es suficiente”.
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