La nena de cinco años desaparecida el lunes pasado en La Matanza y hallada muerta anteanoche habría sido violada y asesinada por su tío. Se trata de un hombre de entre 25 y 30 años que fue detenido en la mañana de ayer, luego de que una testigo declarara que tras la desaparición de la nena, habría dicho, “borracho y drogado”, que “él era el culpable de lo que le había pasado a Cinthia”. Así lo informaron a Página/12 fuentes de la investigación, que estimaron que los cabellos encontrados en el cuerpo de la nena serían de él. En tanto, también fue detenido el sereno del cementerio General Villegas, donde fue hallado el cadáver de Cinthia Ruada. Aunque el empleado reconoció que el lunes había estado con la nena, negó su participación en el crimen.
Según fuentes de la fiscalía, ayer se sumó un nuevo indicio que apunta a que el hombre detenido ayer, tío de Cinthia Karen Ruada, sería su asesino. El sospechoso, que aparentemente tendría problemas psiquiátricos y cuya identidad no fue revelada, tiene heridas en los brazos y la cabeza que parecerían ser rasguños. Además, aunque todavía se espera la prueba de ADN para determinar si los cabellos encontrados en las uñas de la nena pertenecen a su tío, los investigadores adelantaron que, en principio, el color coincidiría con el castaño oscuro del detenido y no así con el pelo canoso del sereno del cementerio, Luis Francisco Bagnasco.
El cuerpo de Cinthia fue encontrado en la medianoche del jueves en un terreno baldío a 45 metros del cementerio, ubicado en las calles Asamblea y Gallo, en una zona deshabitada, de arbustos y cañaverales. En el lugar se encontró una piedra con manchas de sangre que podría haber sido usada para golpear a la víctima en la cabeza. Según los resultados de la autopsia, la nena fue violada, brutalmente golpeada y degollada. El informe pericial confirmó que la causa de la muerte fueron “cortes en el cuello y seccionamiento de la arteria carótida efectuados con un cuchillo”, que hasta ayer no había sido encontrado.
Bagnasco, de 58 años, fue detenido ayer a la mañana después de que los dos amiguitos, de 6 y 7 años, que en la noche del lunes jugaban con Cinthia declararan, tras cuatro días de silencio, que el hombre les dio dinero para que se compraran golosinas y tomó a Cinthia de un brazo y se la llevó por la fuerza. Esa fue la última vez que fue vista con vida. Eran cerca de las 22 y los tres nenes jugaban cerca del cementerio General Villegas, próximo al asentamiento Puerta de Hierro, del partido bonaerense de La Matanza, donde la nena vivía con un hermano y su mamá, María del Carmen. La mujer tiene problemas psicológicos y debió ser internada en un neuropsiquiátrico tras enterarse del hallazgo del cadáver de su hija.
Al día siguiente de la desaparición, los familiares presentaron la denuncia en la comisaría 20ª, del barrio San Alberto. Como la nena no aparecía, esa misma noche vecinos del asentamiento cortaron las vías del ferrocarril Belgrano Sur para exigir a la policía que profundizara su búsqueda. “No nos vamos a mover hasta que vengan los medios. Queremos que la policía haga algo, si no vamos a quemar la comisaría”, había advertido Isabel Ruada, tía de la pequeña, horas antes del hallazgo del cadáver. Al parecer, la muerte se produjo en seguida después de la desaparición.
En la madrugada de ayer, varios vecinos se agruparon en la puerta del cementerio y apedrearon los patrulleros que escoltaban la ambulancia que trasladaba el cadáver de la niña. Más tarde, durante la mañana, apenas el sereno del cementerio fue detenido, los vecinos rodearon la seccional 20ª con intenciones de lincharlo, por lo que fue trasladado a otra dependencia. El caso está siendo investigado por el Juzgado de Menores número 2 de La Matanza, a cargo de Nilda Ferioli, quien dispuso el secreto de sumario en la causa, recaratulada como “homicidio”.