La búsqueda de un tercer cómplice en el secuestro de Antonio Echarri ayer fue sucesivamente confirmada, puesta en duda y desmentida. Para agregar confusión, fuentes de la investigación indicaron que se trataba de un integrante de una fuerza de seguridad, lo que otras fuentes de la misma investigación luego desmintieron.
El personaje sería el Juan Carlos citado ayer por este diario, apodado “Chuky”, y que habría participado directamente en el secuestro. De ser cierto, tomaría fuerza la hipótesis que explica que una banda de perejiles puede mantener en vilo a toda la Bonaerense durante siete días sólo si cuenta con un buen apoyo. Si se trata de un dato falso, se justificará la hipótesis de quienes sostienen que “no tienen nada, en unos días esta investigación se cae a pedazos”.
“Es el tercero en discordia –citó un investigador del caso a Página/12-. Era de Lomas de Zamora y ahora es de Capital. Es el nexo que tenían los de la banda entre las dos jurisdicciones. Creemos que es uno de los que secuestró a Echarri”. El investigador desmintió que “Chuky” fuera un uniformado. Pero otra fuente de la investigación reveló que el personaje figuraba en el expediente judicial y reconoció su pertenencia a una fuerza, aunque no reveló cuál. Altas fuentes de la Bonaerense, luego confirmaron el dato: “Sería un policía”, confiaron a este diario, aunque en condicional. Fuentes más altas, luego lo desmintieron.
El propio Angel Casafús, jefe de Delitos Complejos, dijo que “escuché la versión pero ese nombre no existe, jamás me lo pidió nadie”. Según la agencia Télam, se realizaban allanamientos en búsqueda del tercer prófugo en Temperley y en ámbitos porteños. Los dos prófugos confirmados hasta el momento son Ezequiel, hijo del ex federal José Luis Di Cugno, y Fabián Mónaco. “Chuky” deberá sumarse o restarse a la lista. Entre los puntos oscuros del caso, aún no encuentra respuesta el hecho de que una banda de novatos haya logrado mantener oculto a Echarri durante una semana.