SOCIEDAD › EL FRENTE DE ARTISTAS DEL BORDA POR LA DESMANICOMIALIZACIóN
El FAB presentó una contrapropuesta a la pretendida reforma de Macri al sistema de salud mental. Proponen usar los cinco mil pesos que se gastan por paciente en alquilarle una vivienda, proveerle comida y atención médica. Y que el Borda sea usado para casos graves.
El Frente de Artistas del Borda (FAB), que hace 25 años brinda talleres de varias disciplinas artísticas en el seno de ese hospital neuropsiquiátrico, presentó una contrapropuesta a la denominada Reforma del Modelo de Atención de la Salud Mental, anunciada el año pasado por el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, que preveía la creación de diez establecimientos de internación psiquiátrica con capacidad para casi 500 pacientes (48 camas por centro) y el cierre de los actuales hospitales psiquiátricos de la ciudad. La iniciativa del Frente de Artistas toma como base la suma de 5000 pesos que, según la dirección del Borda, se destinan por mes a cada paciente: propone utilizar ese dinero en un “proyecto desmanicomializador que garantice la vivienda, el trabajo, la educación, la inserción en la sociedad, la libertad y los derechos humanos” a través del alquiler de un inmueble cada tres pacientes y la creación de cooperativas de trabajo.
El documento del Frente de Artistas, además, denuncia el incumplimiento de la Ley 448 de Salud Mental, sancionada hace nueve años por la Legislatura porteña: “Ha incluido aspectos innovadores, muchos de los cuales quedaron en el plano teórico”, se asegura en el documento. “La enfermedad mental no necesita encierro, sobremedicación ni segregación. El actual es un proyecto de exclusión de personas que no concibe una relación más comunitaria y social. Una persona encerrada y excluida no puede mejorar”, subraya Alberto Sava, artista y psicólogo social fundador del FAB, en diálogo con Página/12.
Para superar la ineficacia de los manicomios, este espacio propone “la experiencia de la desmanicomialización, que consiste en el cierre progresivo de los asilos y que la atención se haga en los hospitales generales, en pabellones de Salud Mental, con internaciones más cortas y tratamiento ambulatorio”.
“Desde el Estado se debe armar un dispositivo que garantice la mirada social, comunitaria y no sólo médica de la locura. Y la aplicación de ese dispositivo puede llevar varios años, no se debe hacer de forma abrupta”, sostiene el documento, enfatizando que el cierre de los manicomios debe ser “progresivo”.
La propuesta del Frente de Artistas consiste en que de esos 5000 pesos mensuales por paciente, se destinen 1500 al alquiler de un inmueble de tres ambientes, que sería habitado por tres personas, a razón de 500 cada una. En concepto de alimentación y otros gastos diarios (viáticos, entretenimiento, indumentaria), la propuesta consignaría otros 1500 pesos y los dos mil restantes por individuo se distribuirían entre prestaciones profesionales y administrativas, de mantenimiento y suministros farmacológicos. Con esas externaciones, el Borda se transformaría en un hospital general donde se cumplirían las internaciones en los casos más graves.
El plan anunciado por Macri –cuya inversión total prevista se estima en 169 millones de pesos– contradice las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, que prioriza la atención de la salud mental en hospitales generales y desalienta la construcción de nuevos establecimientos psiquiátricos. En ese momento, el jefe de Gobierno destacó que la internación psiquiátrica en la ciudad corresponde a “un modelo asilar, ya agotado” y que los establecimientos públicos presentan “una estructura edilicia obsoleta que data del Siglo XIX”. Otra lectura es la que propone Sava: el Gobierno porteño “quiere hacer manicomios chicos con tecnología de punta y vidrios polarizados: un aggiornamiento de la manicomialización. Y, también, un negocio inmobiliario”.
La reacción de los profesionales y trabajadores de la salud ante el anuncio de Macri obligó al Ministerio de Salud a manifestar que los hospitales no serían cerrados, pero la afirmación no alcanzó para despejar la inquietud.
Creado en 1984, el Frente de Artistas del Borda es una experiencia que apunta a demostrar la factibilidad de la desmanicomialización, uno de cuyos paradigmas es la reforma psiquiátrica italiana de los años ’70 y el Hospital Trieste, que pugnó por la integración de los pacientes con trastornos mentales a la sociedad. “Para el FAB, el hospital psiquiátrico es un lugar de violación de los derechos humanos en algunos aspectos, porque los pacientes tienen una mala calidad de vida desde la comida y la ropa a un exceso de medicación”, señala Sava. En cierto modo, la experiencia del Frente apunta a demostrar que la reinserción social de los pacientes es posible: “El Frente hace del arte un recomponedor de las capacidades de pensar, sentir y hacer”, sintetiza.
Según Sava, sólo el 15 por ciento de los 800 internados en el Borda participan en los talleres del Frente de Artistas. En parte, “el internado está pasivo por la inercia institucional y las medicaciones. Los trabajadores están sometidos a una estructura que les dicta que haya la menor cantidad de propuestas posibles. Hay gente que tiene más claro lo que es un proyecto nuevo y, por tanto, tiene una actitud distinta. Pero hay otros profesionales que no estimulan a los pacientes”, cuenta.
El texto presentado por el FAB es el primero de una serie que se difundirá en los meses siguientes. Los próximos contemplarán otros aspectos específicos del proyecto de desmanicomialización que la asamblea de artistas, pacientes y profesionales propone: al económico le seguirán documentos sobre el trabajo, la familia, lo jurídico, la educación, la medicación y los derechos humanos.
Informe: Facundo Gari
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