SOCIEDAD › VIGILIA Y HOMENAJE FRENTE A TRIBUNALES DE LOS FAMILIARES DE LAS VíCTIMAS DE CROMAñóN
Hubo reclamos de justicia, rostros que contenían el llanto, nervios por lo que pasará. A las 15 de hoy, el tribunal leerá la sentencia: estarán presentes Chabán y la mayoría de los acusados, incluidos los miembros de Callejeros.
Un día antes del fallo de la Justicia por la causa Cromañón, los familiares, sobrevivientes y amigos de los 194 muertos del incendio de aquel 30 de diciembre de 2004 realizaron una vigilia simbólica frente a Tribunales para pedir “justicia y castigo a los culpables”. Desde las 18, los familiares comenzaron a llegar a la plaza Lavalle, frente al Palacio de Justicia, para entregarse las últimas palabras de aliento antes de escuchar las condenas que el Tribunal Oral Criminal 24 dictará para los 15 imputados. En la vigilia, los familiares homenajearon a los jóvenes que dejaron su vida en aquel recital de Callejeros colocando 194 flores y la misma cantidad de velas que servirán para “iluminar a la Justicia para evitar la impunidad”, sentenció Nilda Gómez, madre de Mariano Benítez. “Justicia”, gritaron a coro todos los que esperan el fallo de hoy, desde hace cuatro años y medio.
Un abrazo y un beso que no dejaba explotar las caras contraídas eran la manera en que cada familiar, sobreviviente o amigo recibía a su par de tantas otras marchas y vigilias. “Hay que estar”, dijo una de esas compañeras para darle ánimo a Jorge, padre de Emiliano Gilbart. “Si el caso no hubiese tomado estado público, no se habría llegado a esta sentencia. Tengo los nudillos cansados de golpear puertas”, resumió Jorge por la lucha de todos los familiares.
Con las personas llegaban los carteles, las banderas, las pancartas y los panfletos, todos pidiendo justicia, todos denunciado la falta de otros responsables, todos recordando a los fanáticos de la banda que hoy se sentará en el banquillo para escuchar cómo seguirán sus días.
Las condenas y el extenso fallo, del que sólo se leerá la parte resolutoria y luego un resumen, son una incógnita, y los padres saben que es sólo el comienzo de una cadena larga de pasos jurídicos. “Nadie se va a ir de tribunales preso mañana (por hoy). Hay que controlar la ansiedad porque éste es el primer paso de un caso que posiblemente termine con una decisión de la Corte Suprema”, explicó Miguel Barbalace, que estudiaba abogacía cuando su hija Gisela escuchaba los discos de Callejeros y hoy estará como querellante en el grupo de padres que representa María del Carmen Verdú. “La vida de nuestros hijos fue arrancada en esta ciudad. Quizá, mañana (por hoy) empiece la lucha más dura para que Cromañón no sea otro caso impune”, aseguró Gómez.
Un cigarrillo y después otro, un café, un mate, un paquete de caramelos más que se abre, unos cuantos pares de piernas que no paran de temblar y de moverse, pero el viento frío que corre por Talcahuano nada tiene que ver. Son los nervios. Daniel, padre de Sergio Avendaño, está entre quienes no pueden dejar de moverse, pregunta qué hacer y se va a comprar harina para armar el engrudo con el que pegar los carteles que piden la cárcel para Omar Chabán, Callejeros y Aníbal Ibarra –sobreseído en la causa–: “Juntos a Marcos Paz”. Daniel mira todo con los ojos bien abiertos, no se quiere dormir o no puede, dice que ayer soñó con Chabán.
Mónica también va de un lado a otro y se nota por su chaleco blanco en el que lleva la foto de su hija, Marianela Rojas. Es que está vendiendo una rifa para poder pagar los micros que a partir de las 9 buscarán a los familiares y amigos que vendrán desde La Matanza a esperar el fallo detrás del vallado policial, sobre la entrada de la calle Lavalle. “La lucha de los padres siempre fue a pulmón. Y va a seguir, hasta que haya seguridad para todos los jóvenes. Si no la muerte de mi hija habrá sido en vano”, advirtió la mujer del chaleco blanco.
Ariel también tiene “una mezcla de sentimientos”, dijo, apoyado en el bastón que carga sus 80 años y la pérdida de su nieto. El sol ya se fue por detrás del edificio de Tribunales que los familiares esperaban “iluminar” para la sentencia. Las que iluminan son las cámaras, los familiares se acomodan frente al cartel con el lema “194 víctimas masacradas en Cromañón esperan justicia”. En ese momento, se escucha el primer grito a coro de las madres: “Paz no hay”, dicen para expresar que la pérdida de sus hijos no la repara ningún fallo.
Las banderas con los rostros de los jóvenes ya habían alcanzado el vallado policial ubicado en la gran puerta de entrada al palacio judicial, cuando los familiares formaron una fila esperando escuchar el nombre de la persona que perdieron en Cromañón y pasaban a dejar una flor y encender una vela por cada uno de ellos. “Justicia” fue el grito a coro que se escuchó 194 veces. A las 22 se cerró la vigilia. Las 194 velas seguirán ardiendo.
Informe: Nahuel Lag.
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