Bernardino Luque, un efectivo de la Prefectura Naval, fue condenado ayer a 14 años de prisión por haber asesinado de un tiro en la cabeza al estudiante Damián Rosende en abril de 2003. El hecho ocurrió en la localidad bonaerense de Dock Sud, cuando en medio de un asalto a un colectivo en el que viajaban el prefecto y Rosende, el primero disparó su arma reglamentaria y mató al estudiante.

El fallo fue dictado por el Tribunal Oral en lo Criminal 8 de Lomas de Zamora, que halló responsable de “homicidio agravado por uso de arma de fuego” a Luque y dispuso su inmediata detención, ya que nunca había estado preso por este caso. La defensa había pedido la absolución y en forma subsidiaria que se lo condene por “homicidio culposo”, que tiene un máximo de cinco años. La fiscalía y la querella habían pedido 16 y 18 años de prisión, respectivamente.

“Nadie devuelve una vida, pero el fallo hace que estemos conformes. Ojalá esto sirva para cambiar el accionar de los miembros de las fuerzas de seguridad”, afirmó Raúl Rosende, papá de Damián. El hombre relató que durante el debate varias veces creyó que Luque no iba a ser condenado, pero “el tribunal (integrado por Gustavo Ramilo, Nicolás Amoroso y Alejandro Sgarlata) y el fiscal Hugo Carrión trabajaron muy bien”, remarcó.

El joven vivía con sus padres y sus dos hermanos en la localidad bonaerense de Quilmes, era músico y estudiaba en la Universidad de Buenos Aires. El día de su muerte, 11 de abril de 2003, viajaba en el colectivo 159 para concurrir a clases. Iba dormido en el segundo asiento de la fila de la izquierda, detrás del chofer. Al llegar a Dock Sud, partido de Avellaneda, Damián recibió un balazo en la cabeza mientras dormía y murió prácticamente en el acto.

Según se probó en el juicio, el crimen ocurrió en momentos en que dos delincuentes de unos 17 años abordaron el micro y asaltaron a los pasajeros para robarles. Dos de los pasajeros, Luque y un efectivo de la Policía Federal, quisieron frustrar el robo con sus armas reglamentarias. Ayer, Luque fue inmediatamente esposado y trasladado en forma transitoria a una dependencia de la fuerza a la que pertenecía y luego, según fuentes judiciales, iría a una cárcel común.