El gobierno porteño promoverá el suministro de la anticoncepción de emergencia para casos de violación. La iniciativa es parte del Programa Integral de Asistencia a Víctimas de Delitos Sexuales que ayer lanzó Aníbal Ibarra, en coincidencia con la conmemoración del Día Internacional de la No Violencia contra las Mujeres. Bajo la consigna “Animate a romper el silencio”, a través del flamante programa se brindará en distintos centros especializados información, contención, asistencia jurídica y psicológica y los cuidados necesarios para la salud de las víctimas, como tratamientos preventivos del contagio del sida. Las agresiones sexuales no son un delito menor en la Ciudad de Buenos Aires: según las últimas estadísticas, cada día se denuncian dos hechos de ese tipo. Pero se estima que los casos que llegan a la Justicia son apenas entre el 10 y el 20 por ciento de los que ocurren.
El programa tiene varios aspectos destacables. En primer lugar, es la primera vez que desde una instancia gubernamental se diseña un plan de atención integral a las mujeres víctimas de delitos sexuales. En segundo lugar, en la atención médica se utilizará un protocolo especialmente diseñado por profesionales del Hospital Alvarez para casos de violación. Ayer, en el lanzamiento del programa, el secretario de Salud, Alfredo Stern, se comprometió a aprobarlo y difundirlo entre todos los hospitales porteños. El tercer aspecto innovador es que en el marco de la asistencia sanitaria a las víctimas se ofrecerá anticoncepción de emergencia para evitar la posibilidad de un embarazo, y también se brindarán atención para prevenir el contagio del VIH/sida y otras enfermedades de transmisión sexual.
Se trata de una iniciativa de la Secretaría de Desarrollo Social encabezada por Gabriela González Gass, que se pondrá en marcha a través de la Dirección de la Mujer. El programa articula distintos organismos gubernamentales (de la ciudad y de la nación) y no gubernamentales. En principio, a través del 0-800-66MUJER (68537), que atiende las 24 horas, todos los días del año, se podrá acceder a información y orientación. Según informó González Gass, “todas las operadoras telefónicas recibieron capacitación” en el tema. También se podrá pedir asesoramiento en las delegaciones de la Dirección de la Mujer que atienden en los CGPs (en días hábiles), o en el Centro de Atención a las Víctimas de Violencia Sexual de la Policía Federal, en cualquier momento. Se brindará atención médica y psicológica en los hospitales Alvarez y Muñiz, y asesoramiento y patrocinio jurídico en la Oficina de Asistencia Integral a la Víctima del delito de la Procuración General de la Nación, en el Colegio Público de Abogados y en la Facultad de Derecho de la UBA (ver aparte).
Según las estadísticas del Sistema Nacional de Información Criminal, el año pasado se hicieron en la ciudad de Buenos Aires 658 denuncias de delitos sexuales, un promedio de dos por día. Pero se estima que sólo llega a los tribunales entre el 10 y el 20 por ciento de los hechos. “Esta cifra traduce la magnitud del problema que afecta los derechos humanos y la dignidad de las mujeres, constituyendo uno de los supuestos más crueles de violencia”, señaló la directora de la Mujer, María Elena Barbagelata.
La violación es un delito de instancia privada. Es decir, la denuncia es un derecho de la mujer pero no una obligación. Algunas instituciones, como el CECYM, no promueven la denuncia, porque las víctimas no suelen ser creídas en las comisarías. “Tienen buenas razones para no denunciar porque son mal atendidas, se las escucha mal, se las revictimiza”, opinó Silvia Chejter, coordinadora de CECYM, entidad especializada en la atención a víctimas de violencia sexual. No obstante, la investigadora destacó la puesta en marcha del programa. “Es un puntapié importantísimo, porque es la primera vez que se lanza desde una institución pública. Ahora hay que esperar para ver cómo funciona”, opinó. En diálogo con Página/12, González Gass aclaró que, aunque la víctima no quiera denunciar el hecho, de todas formas podrá buscar asistencia psicológica, médica y jurídica. Un aspectoimportante del programa consiste en el asesoramiento a las víctimas sobre cómo preservar las pruebas que permitan identificar al agresor. Entre otros consejos, que traten de concurrir a realizar la denuncia sin cambiarse de ropas ni lavarse ni ducharse. Y en caso de bañarse, colocar siempre la ropa en una bolsa de papel madera. “Ante un caso de violación es importante que la mujer no se sienta culpable, humillada ni avergonzada. Y que no dude en pedir ayuda y acudir a los lugares especializados”, propuso Barbagelata.