“Nuestro papel es colaborar con la Justicia.” Con esa intención, la Defensoría del Pueblo porteña recabó cuarenta testimonios que denuncian el “represivo e injustificado” operativo de la Policía Federal, el sábado último, antes del recital de rock del grupo Viejas Locas. Los testimonios que ya se tomaron y los que sigan ingresando serán presentados a la Justicia la semana que viene, a fin de aportar pruebas que den cuenta de una “presencia policial intimidatoria que tenía por objetivo reprimir, además de la falta de organización de las autoridades encargadas del evento”, afirmó el jefe de la Oficina de Seguridad Urbana de la Defensoría, Ricardo Dios. Como consecuencia de esos incidentes, Rubén Carballo, de 17 años, quedó en coma por fractura de cráneo y, según informaron sus padres ayer, su estado de salud “es muy complicado: para los médicos el cuadro es irreversible”.

Las denuncias presentadas ante la Defensoría “relatan episodios de mucha violencia, una presencia policial intimidatoria que demostraba que en vez de cuidar estaban para reprimir”, aseguró el jefe de Seguridad Urbana a Página/12. Los testimonios recrean “la horrorosa” situación por la que atravesaron los jóvenes que intentaban ingresar por la única puerta habilitada. “Lesiones, moretones y heridas en el cuerpo”, fueron algunas de las marcas que dejó en los denunciantes el operativo policial, que según las declaraciones consistió en el uso “de gases lacrimógenos, balas de goma, palos y camiones hidrantes, que despedían, con mucha fuerza, agua con pintura”, detalló Dios.

De las cuarenta denuncias obtenidas hasta el momento, veinte fueron hechas personalmente y las restantes vía correo electrónico. Si bien estas últimas ya fueron adjuntadas a la causa, según el abogado a cargo del área de Seguridad Urbana de la Defensoría, deberán ser ratificadas en forma personal.

Rubén Carballo había concurrido el sábado, junto con amigos, al estadio de Vélez, dispuesto a ver a Viejas Locas. Pero el operativo policial que intentaba poner orden en la entrada hizo dispersar al grupo de amigos, que no lo volvieron a ver. El domingo, alrededor de las 14, el chico fue encontrado a 600 metros del estadio en estado inconsciente.

“La causa judicial está encaminada”, dice Rubén Carballo, el padre del joven. La hipótesis de la familia asegura que Rubén fue herido por la represión policial. “Lo que está muy mal es el estado de salud de mi hijo. Para los médicos, el cuadro es irreversible”, relató el hombre a este diario. “La doctora –que lo asiste en el Centro Gallego, donde está internado – me dijo que su estado se está deteriorando: además de las fracturas en la cabeza que lo llevaron al coma y una contusión en el hombro izquierdo, presenta una insuficiencia renal”, que agrava el cuadro clínico, agregó la madre, Alicia Ortiz.

Ayer, un grupo de chicos realizó una “sentada pacífica” en la puerta de la productora Fénix, que organizó el recital, en repudio de las fallas en la organización, ya que había una sola puerta habilitada para ingresar y entró público sin entradas, por lo que muchos que tenían su ticket quedaron afuera.

Informe: Rocío Ilama.