Pilar Chávez, la chica de 19 años que ayer fue sometida a un retrasplante de hígado, superó satisfactoriamente la operación, aunque las reacciones de los dos primeros días de posoperación son determinantes, según explicaron familiares y voceros del Hospital Italiano. Pilar, quien padece una enfermedad hepática crónica, había recibido un primer trasplante el sábado pasado, tras lo cual sufrió complicaciones y fue incluida en la lista de emergencia nacional hasta ayer, cuando, en la mañana, la aparición de un donante permitió programar un nuevo trasplante. “Agradezco a Dios, a los familiares de las personas que donaron sus órganos para que otros puedan vivir, a los médicos, técnicos y enfermeros que asistieron a Pilar, al Incucai y, sobre todo, a la gente, por todo el apoyo que han dado”, dijo Germán Chávez, padre de la joven, en la puerta del hospital, donde también agregó que desconocía la identidad del donante que hizo posible renovar las esperanzas de su hija, al que calificó como “un anónimo glorioso”.