SOCIEDAD
› POLEMICA, MARCHAS Y AMENAZAS POR UN PROYECTO AURIFERO EN ESQUEL
Una ciudad en guerra por el oro
Los empresarios y el intendente dicen que generará trabajo. Vecinos y ecologistas se oponen por el riesgo ambiental que implica.
› Por Mariana Carbajal
Un gigantesco proyecto de explotación aurífera a escasos kilómetros del centro de Esquel enfrenta a los habitantes de esa tranquila villa cordillerana. La división es clara. A favor, los más poderosos: empresarios y comerciantes, encabezados por el intendente. En contra, vecinos, estudiantes, docentes y entidades ecologistas. Los primeros defienden el emprendimiento con el argumento de que generará trabajo y dejará dinero al municipio. Aunque no mucho. Sus detractores advierten sobre el peligro ambiental que acarreará el abundante cianuro que se necesita en el yacimiento para sacar el oro.
El enfrentamiento entre las dos facciones es tal que ya se han sucedido marchas a favor y en contra por las plácidas calles de la ciudad, y tres profesores de la Universidad Nacional de la Patagonia, que están dando charlas para alertar a la población sobre los riesgos de convertir la comarca turística en un distrito minero, han recibido amenazas de muerte e intimidaciones. Para mañana está anunciada la tercera manifestación en oposición a la explotación aurífera de parte de la multinacional canadiense Meridian Gold. A pesar de la movilización popular, las cartas ya estarían echadas: el gobernador radical José Luis Lizurume aseguró que el proyecto “es un hecho”. Una semana atrás, la presión de los vecinos y de entidades ambientalistas, sin embargo, consiguió que la Legislatura provincial dispusiera la postergación hasta enero de la audiencia pública, previstas para esta semana, en la que se debe aprobar el estudio de impacto ambiental.
“Jamás antes se había planteado con tanta crudeza la disyuntiva entre dos sistemas de vida que responden a patrones diametralmente opuestos: conservación a perpetuidad versus depredación a corto plazo”, afirmó Lucas Chiappe, coordinador de la entidad Proyecto Lemu.
El fin de semana se realizó la primera caminata en apoyo al emprendimiento, en la que participaron representantes de la Cámara de Comercio, empresarios y sindicalistas de la construcción, concejales radicales y justicialistas, y funcionarios comunales. El intendente peronista Rafael Williams es uno de los principales impulsores del proyecto, después del gobernador y del director general de Minas de la provincia, Guillermo Hughes. Según las entidades ambientalistas, Hughes “parece un empleado de Meridian Gold”. Las promesas de la firma, que se vanagloria de llevar adelante el proyecto “más barato y más rentable del mundo”, hablan de 300 puestos de trabajo directo en el momento de mayor actividad. De los 100 millones de dólares anuales que calcula embolsar cada año Meridian, a la provincia le quedarán apenas entre 1 y 2 millones. “Y a Esquel, un monto inferior al de los descuentos del 13 por ciento que practicó en forma compulsiva el gobierno nacional sobre los sueldos estatales de la ciudad”, destacaron las ONGs verdes.
Sólo un edil del PJ, Horacio Crea, y la única legisladora local del Frente Grande, Matilde Lenzano, se manifestaron públicamente en contra de la iniciativa. Al cierre de esta edición, el Concejo Deliberante discutía un proyecto para convocar a una consulta popular sobre la explotación de oro.
El uso de cianuro para lavar el oro extraído de la roca es uno de los principales cuestionamientos al proyecto, pero no el único, ya que el yacimiento provocará contaminación acústica por las explosiones en la roca y depredación en la montaña, según explicó a Página/12 el profesor Lino Pizzolón, director del Laboratorio de Ecología Acuática de la Universidad Nacional de la Patagonia. “Todo este proyecto se impone y avanza sobre la ignorancia de la población”, consideró. Ya se hicieron caminos y perforaciones. En principio, la explotación será a cielo abierto. “Se dinamitarán 42.000 toneladas de roca por día, a 7 kilómetros del centro, en el Cordón Esquel, una de las montañas que flanquean la ciudad”, detalló Pizzolón, uno de los tres docentes universitarios que recibieron amenazaspor alertar a la población. Cada día, unas 4200 toneladas de roca serán molidas hasta reducirla a polvo. “El oro se extrae tratando el mineral molido con cianuro. Se usarán unas 6 toneladas por día, disuelto en agua. El peor de los problemas de la minería a cielo abierto es el drenaje ácido, que tiene como consecuencia la solubilización de metales pesados, también altamente tóxicos, como arsénico y mercurio. Los drenajes ácidos pueden comenzar aun después del abandono de la mina, pero sus efectos continúan contaminando las aguas de arroyos y lagos y las subterráneas, aun por siglos”, alertó Pizzolón.