SOCIEDAD
› ASALTO COMANDO EN EL HOTEL HILTON DE PUERTO MADERO
Un millón en tickets canasta
Llegaron al hotel Hilton de Puerto Madero como quien sabe lo que hace, vestidos con los uniformes de la empresa OCA. Pero no eran empleados telepostales, sino un grupo comando que ingresó a un depósito que la compañía tiene en ese edificio y en apenas diez minutos se apoderó de 300 sacas que contenían tickets para almuerzo y canasta por un valor cercano al millón de pesos.
El hecho ocurrió el jueves a la noche, a las 22.30, cuando ingresó al lugar una camioneta utilitaria, marca Renault, de la que descendió una decena de hombres armados y vestidos con los mismos uniformes que usan los empleados de esa empresa.
El grupo, que de acuerdo a los testigos portaba pistolas nueve milímetros, ingresó a un subsuelo anexo al exclusivo hotel porteño, donde se hace la expedición de la correspondencia, e inmovilizó y encerró a los empleados en una dependencia que no cerraron con llave.
Los ladrones, que sólo tardaron unos diez minutos en concretar el golpe, se dirigieron directamente al lugar en donde se hallaban 300 sacas que contenían tickets canasta y de almuerzo y las cargaron en el vehículo en que habían llegado. Luego se dirigieron adonde se hallaban las grabaciones de las cámaras de seguridad y se apoderaron de la cinta, pero al arrancar la instalación activaron involuntariamente la alarma inalámbrica que sonó en la Prefectura.
Momentos después llegó al lugar personal de esa fuerza, pero los ladrones ya habían escapado. La forma en que irrumpieron, la velocidad con la que actuaron y la facilidad con que encontraron las sacas y las grabaciones de video hacen presuponer a los investigadores que los delincuentes realizaron inteligencia y contaron con la colaboración de un entregador o empleado desleal.
En el momento del asalto, tres vigiladores privados de una empresa contratada por OCA custodiaban el depósito, pero al igual que los empleados de la firma, fueron dominados por los delincuentes. La investigación del caso quedó en manos del fiscal de instrucción porteño Alejandro Molina Pico.