Desde fines de julio, los 18 mil colectivos que circulan en el área metropolitana contarán con un equipo de GPS que permitirá a la policía ubicar en minutos a cualquier unidad que se encuentre en emergencia por robo o por cualquier problema de seguridad. Los choferes, por medio de un dispositivo que será incorporado a los vehículos junto con el SUBE (Sistema Unico de Boleto Electrónico), podrán dar una señal de alarma que será captada por las policías Federal o Bonaerense, según la jurisdicción en la que ocurra el hecho. Al mismo tiempo, tal como se analizó ayer en una reunión realizada en la Secretaría de Transporte de la Nación, las autoridades policiales tendrán que presentar en breve un estudio tendiente a definir un proyecto para instalar cámaras de seguridad en los colectivos. Las dos iniciativas fueron consideradas en una reunión convocada para enfrentar los robos violentos sufridos, en los últimos tiempos, por los choferes del autotransporte público de pasajeros.

Una fuente de la Secretaría dijo a Página/12 que “una parte del problema, el del sistema de comunicación satelital, está solucionado con la incorporación, a las máquinas expendedoras del SUBE, de un GPS y un software que permitirá a los choferes dar la señal de alarma y a la policía rastrear el vehículo en problemas”. En lo que respecta a las cámaras de seguridad “se les encomendó a las policías Federal y Bonaerense que realicen una evaluación técnica para determinar cómo podría realizarse el monitoreo de las imágenes que lleguen, desde los vehículos, a las centrales policiales”.

En cuanto a los costos, el vocero dijo que “eso dependerá de los resultados de los estudios técnicos”. Sobre quién asumirá el peso de la inversión que significaría la instalación de cámaras en los colectivos, la fuente estimó que “el Estado seguramente hará un aporte importante, aunque todavía es un tema que tiene que ser definido. Hay que estudiar las distintas alternativas. Es algo que todavía no ha sido resuelto”.

Respecto del sistema de GPS, la estimación oficial es que “estará funcionando a partir de fines de julio, cuando finalizará la instalación de las nuevas máquinas expendedoras del SUBE”. La reunión realizada ayer fue encabezada por el secretario de Transporte de la Nación, Juan Pablo Schiavi. Participaron el secretario de Justicia, Héctor Masquelet; los comisarios Néstor Vallecca (jefe de la Federal), y Salvador Baratta (por la Bonaerense); los dirigentes empresarios Daniel Milliaci, Luis Rodríguez, Alberto Crespo y Norberto Canegallo, y el titular de la Unión Tranviarios Automotor, Roberto Fernández.

Además de la incorporación de tecnología, las policías Federal y Bonaerense se comprometieron a reforzar con móviles y personal los operativos de control en las calles, rutas y avenidas en las zonas consideradas de mayor riesgo para el transporte público de pasajeros.