Los dos médicos detenidos por la muerte de un paciente que esperaba ser operado en el hospital santiagueño Ramón Carrillo, donde los profesionales siguen de huelga, recuperaron ayer su libertad tras pagar una fianza de cinco mil pesos cada uno. Ambos quedaron imputados en una causa por posible “homicidio culposo” de Pedro Chaparro, quien falleció en ese hospital mientras esperaba ser operado por sufrir un bolo fecal que derivó en peritonitis. Los médicos llevan adelante una huelga que ya lleva cinco meses, mientras obispos y diputados locales insisten con llamar al diálogo.

Los médicos Carlos Morales Oliva y Pascual Lludgar fueron arrestados el lunes pasado por orden del juez Darío Alarcón y alojados primero en la División Delitos Comunes de la Policía provincial, aunque luego fueron llevados al Instituto de Cardiología porque tenían hipertensión. Alarcón les permitió la excarcelación bajo fianza ayer, luego de que ambos se negaran a declarar por consejo de sus asesores.

Chaparro había permanecido 33 días en una sala del hospital sin ser intervenido y fue su hijo quien denunció la muerte en el marco de la huelga. El martes pasado familiares y amigos suyos marcharon en reclamo de justicia y adelantaron que pedirán al juez que cambie la carátula del caso a “abandono de persona”.

Ayer, la médica Ana Marchese, delegada del hospital pediátrico local, pidió al gobierno provincial una solución urgente “por nosotros y por la población”. La médica aseguró que el gobernador Gerardo Zamora nunca recibió a los médicos autoconvocados a pesar de que le presentaron “veinte petitorios”.