Tres robos en countries bonaerenses en menos de una semana –dos en el Tigre y uno en Pilar– hicieron sonar la alarma en la gobernación provincial y Daniel Scioli le ordenó a su ministro de Seguridad, Carlos Stornelli, que intervenga “muy fuerte” sobre los responsables del control y la habilitación de las agencias de seguridad privada, cuyo personal está otra vez en la mira frente a la ola de asaltos en barrios privados que hace rato han dejado de ser invulnerables. Scioli citó para hoy, a las 13, a los representantes de la Cámara Argentina de Empresas de Seguridad e Investigación y a la Federación de Clubes de Campo. La reunión tendrá como finalidad “revisar y extremar los controles en los dispositivos de seguridad en countries y barrios cerrados”. El robo más resonante ocurrió ayer en el barrio Islas del Sol, en Rincón de Milberg, Tigre, donde tiene su casa el intendente de ese partido, Sergio Massa. Los ladrones, que simularon ser policías y tomaron como rehenes a tres prefectos que estaban realizando horas adicionales, se fueron sin llevarse dinero porque, al parecer, se equivocaron de objetivo y entraron en otra casa. Antes de irse, protagonizaron un tiroteo.

El intendente Massa, al referirse al hecho, lo calificó de “muy raro” porque los ladrones parecían “muy profesionales y sofisticados”, dijeron ser de “Drogas peligrosas” y preguntaron por la señora Silvana, nombre que coincide con el de la esposa del comerciante a cuya vivienda ingresaron, luego de encerrar a los vigiladores en una habitación de la cabina ubicada a la entrada del country. El caso, ocurrido ayer por la tarde, fue protagonizado por seis hombres vestidos con chalecos antibalas similares a los que usa la policía. Llegaron en un Volkswagen Vento con sirena.

Una vez en la casa, ataron al comerciante, quien logró escapar y llamó a la policía. El hombre se habría refugiado en el auto de los ladrones, de donde tomó un arma y se tiroteó con ellos. Enseguida llegó la policía y los delincuentes escaparon sin llevarse dinero. El intendente Massa declaró que “el dueño de casa se enfrentó con los delincuentes y está seguro de haber herido a uno de ellos, por lo que se enviaron radiogramas a todos los hospitales”. Lo extraño, según Massa, es que, mientras estuvieron dentro de la vivienda, los ladrones “hicieron una serie de pedidos que no concuerdan con la actividad del comerciante”, lo que hace pensar que se equivocaron de vivienda.

Los delincuentes estaban vestidos de policía y mientras estuvieron adentro del country, dejaron a cargo de la vigilancia, en la entrada general, a uno de sus cómplices, vestido con la ropa que le habían quitado a uno de los prefectos. Los rostros de los asaltantes habrían quedado registrados en las cámaras de seguridad del predio. El otro caso de ayer ocurrió a las 3.30, cuando seis asaltantes entraron al barrio privado Talar Chico, cerca del cruce de Panamericana y ruta 202, en General Pacheco, partido de Tigre, donde robaron tres viviendas.

Los ladrones iban en un Renault Clío, dominaron a los vigiladores y entraron disfrazados de guardias. Con esas ropas asaltaron las viviendas ubicadas en los lotes 1, 9 y 60. En la huida usaron el mismo auto y una camioneta Peugeot Boxer, propiedad de una de las familias que fueron robadas. Los dos robos se sumaron al ocurrido el fin de semana en el country Mayling de Pilar. Allí robaron una casa cuyo dueño se encontraba de viaje en los Estados Unidos.

La seguidilla de casos hizo que el gobernador Scioli le ordenara a Stornelli que intervenga en el área gubernamental que controla a las agencias de seguridad “para determinar cómo está funcionando y si se detectan irregularidades, hay que actuar con rigor”. El gobernador está inquieto porque como los countries “no son espacios públicos, la policía no puede intervenir en forma preventiva”. En la reunión de mañana, a las 13, en la gobernación, estará presente el titular de la Dirección General Fiscalizadora de Agencias y Seguridad Privada, Carlos Sottini. Uno de los temas a tratar será “la búsqueda de mecanismos para una mejor complementación entre los sistemas de seguridad privada y pública”.

La Federación Argentina de Clubes de Campos (FACC) aseguró en un informe que en los 600 barrios privados que hay en el país –540 están en territorio bonaerense– se venían produciendo 40 robos al año. El problema es que desde 2006 esas cifras se duplicaron. Desde el comienzo, los vecinos de esos barrios creen que “el enemigo está adentro”, en alusión a los vigiladores privados. La Dirección General Fiscalizadora hizo, en 2008, una depuración del padrón de empresas que llegó al 50 por ciento.

De las 864 empresas existentes hasta ese año, sólo 464 se reempadronaron. En la actualidad hay 530 prestadoras.