La esposa del productor televisivo Lucas Montero, acusado en 2007 de abuso de menores, irá también a juicio oral y público con su esposo, luego de que la Cámara Penal de San Isidro le revocara el sobreseimiento dictado en primera instancia. Carolina Porto y su marido serán juzgados por los delitos de abuso sexual simple reiterado y corrupción de menores reiterada, supuestamente cometidos contra tres niñas de cuatro años, todas ellas compañeritas del jardín de infantes de La Horqueta al que concurría su hija.

La resolución de la Sala II de la Cámara, dictada por Juan Stepaniuc y Luis Cayuela, revocó el sobreseimiento que en primera instancia había beneficiado a Porto, lo que despertó las protestas de los padres de las víctimas, querellantes en la causa. Los camaristas también rechazaron un planteo de nulidad del pedido de elevación a juicio, que había sido presentado por los abogados del matrimonio. Hace poco más de una semana, familiares y amigos de los denunciantes realizaron un escrache al matrimonio en la puerta del barrio Isla del Sol, el country de Tigre donde vivían Montero y Porto hace tres años.

El caso trascendió a mediados de octubre de 2007, luego de que Sandra Soldano de Correa Urquiza, madre de una niña de cuatro años, denunciara que su hija y una de sus compañeritas del Blooming Kindergarten, de La Horqueta, habían sido abusadas en casa de Montero y Porto, adonde concurrían para jugar con S., otra compañerita del jardín. Los padres del jardín habían acordado dividirse los días en que pasaban a buscar a las chicas por el colegio, y Porto solía insistir en que, a pesar de estar cursando un embarazo avanzado, las nenas podían quedarse jugando en su casa hasta que los demás padres pudieran pasar a buscarlas.

Pero un día –según la acusación– la hija de Soldano dijo a su madre que no quería ir más a esa casa porque estaba cansada de que el padre de su amiga la tocara. A partir de una serie de preguntas, Soldano fue concluyendo que la niña había sido abusada. Al comentarlo con madres y padres de otras amigas de la hija de Montero y Porto, los indicios se repitieron en al menos otros dos casos.

La investigación instruida por el fiscal Jorge Strauss determinó que los abusos ocurrieron entre los meses de agosto y septiembre de 2007 en una casa del country Isla del Sol, de Tigre. De acuerdo con la acusación del fiscal, allí Montero y Porto (por entonces embarazada de ocho meses) hicieron desvestir en varias oportunidades a dos niñas de cuatro años, compañeritas de jardín de infantes de su propia hija. Los investigadores también afirmaron que el relato que las niñas hicieron en cámara Gesell, las declaraciones de sus padres y madres y las evaluaciones de psicólogos y psiquiatras confirman que las pequeñas fueron sometidas a “tocamientos en la zona vaginal y anal”. En la elevación a juicio, el fiscal Strauss sostuvo que los abusos “fueron practicados con la participación necesaria de la esposa del comitente, quien se encontraba presente en el momento en que su marido cometía los actos lascivos, observando y hablando con las menores a los fines de tranquilizarlas”. Ambos acusados niegan en forma tajante ser responsables de esos hechos.