Un policía fue detenido en San Martín acusado de haber matado a un hombre de un escopetazo por la espalda y se investiga si ocurrió cuando el efectivo disparó postas de goma para intentar dispersar a varias personas que peleaban en la puerta de un boliche de ese partido bonaerense.

Se trata del sargento Martín Cabrera (40), quien ya fue desafectado de su cargo por disposición de la Auditoría General de Asuntos Internos hasta que se determine su responsabilidad en el hecho.

La víctima es Carlos González, de 38 años, un ciudadano peruano cuyos familiares denunciaron ante los periodistas que se trató de un caso de “gatillo fácil” y que el efectivo “ejecutó” a la víctima de un escopetazo disparado a pocos centímetros.

El hecho ocurrió ayer a la madrugada, en el boliche Bus Bailable, ubicado en la avenida Presidente Perón 4133, a metros de la Ruta 8, partido de San Martín, donde se desarrollaba una fiesta privada de las colectividades boliviana y peruana. Todo comenzó cerca de las 5, cuando dos mujeres discutieron y se trenzaron en una pelea en la que supuestamente González intentó intervenir para separarlas. El titular de la Jefatura Departamental de San Martín, Mario Briceño, negó esta versión y dijo que en la riña participaron “varios hombres y mujeres”.

“Imagínese que si hubiesen sido sólo dos mujeres las que peleaban no hubiese sido necesaria la intervención policial y menos que se efectúen disparos disuasivos”, dijo el jefe policial.

Si bien la pelea comenzó dentro del local, las fuentes policiales explicaron que los empleados de seguridad del boliche sacaron a todas las personas afuera, donde continuó la gresca, por lo que dieron aviso a la policía. “En el lugar no había personal policial de custodia porque era una fiesta privada y no fue solicitada. Cuando se recibió la denuncia, se envió al personal de la cuadrícula, que llegó a los pocos minutos”, explicó Briceño.

Según el jefe policial, cuando los efectivos llegaron observaron a varias personas pelear, por lo que bajaron del patrullero y efectuaron tres disparos con una escopeta tipo Itaca, el primero con postas antitumulto y los otros dos de estruendo. “En su dotación, el personal tiene cartuchos antitumulto, que son los conocidos como balas de goma, y cartuchos de estruendo, que se utilizan normalmente. Pero también llevan postas de guerra, que se usan contra delincuentes”, agregó.

Los investigadores creen que existió un cuarto disparo que fue el que impactó en la espalda de González, quien cayó al piso y murió a los pocos minutos. “El disparo fue efectuado a corta distancia y le provocó heridas mortales en la zona de la columna vertebral. El impacto lo recibió debajo de la nuca”, dijo una fuente policial.

“Han matado a mi sobrino por hacer nada”, expresó ayer la tía de la víctima. “El había ido al boliche y no había tomado. Estaba separando a dos amigas y el policía le disparó por detrás cuatro o cinco tiros”, contó.