Las personas asmáticas deben vacunarse contra la gripe –advirtieron autoridades sanitarias argentinas–, ya que tienen riesgo aumentado de contraer neumonía. Cerca del 30 por ciento de las personas que requirieron internación, durante la epidemia del año pasado, padecían asma, según datos de un hospital de referencia bonaerense. Más allá de su relación con la gripe, el asma en el país causa la muerte de unas 700 personas al año; según la OMS, el 90 por ciento de esas muertes podrían evitarse. Hoy se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el Asma.

Alejandro Collia, ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, subrayó que las personas con asma forman parte de los grupos de riesgo con relación a la gripe A, ya que tienen más susceptibilidad a contraer, a partir de la gripe, una neumonía: “En más del 50 por ciento de los casos, la neumonía se produjo por coinfección con la bacteria neumococo”, señaló.

En este orden, Eduardo Giugno, director del Hospital de Tórax Antonio Cetrángolo, de Vicente López, precisó que, en el invierno del año pasado, de las 50 personas que debieron ser internadas en esa institución a partir de la epidemia de gripe A, “el 26 por ciento eran pacientes asmáticos” que habían contraído neumonía.

“Igual que ocurrió con las embarazadas, las puérperas y los obesos mórbidos, los asmáticos que se engriparon con el virus pandémico mostraron una mayor vulnerabilidad”, ya que “en ellos el cuadro gripal se combinó con una infección respiratoria aguda grave, especialmente la neumonía.

Con relación al Día Mundial de la Lucha contra el Asma, que se conmemora hoy, Giugno recordó que “hasta cuatro millones de personas padecen asma en la Argentina. Pese a que la enfermedad puede controlarse con tratamientos de sostén y rescate, muchos de los afectados no conocen su diagnóstico y no están siendo tratados”.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 70 por ciento de las internaciones con asma podría evitarse si los pacientes fueran adecuadamente atendidos. La entidad estima que el 90 por ciento de las muertes por asma se produce por causas evitables, especialmente la falta de diagnóstico y tratamiento adecuados.

Según The Global Initiative for Asthma (GINA), la prevalencia de esta enfermedad va en aumento en el mundo: unas 300 millones la padecen, y serían más de 400 millones para 2025. Si bien esta patología reconoce factores genéticos –Giugno precisó que se conocen hasta 80 genes que determinan predisposición–, para que se manifieste deben sumarse otras condiciones, como la exposición al aire frío y a sustancias productoras de alergia.

Las manifestaciones más frecuentes de la enfermedad son ahogo, opresión en el tórax, sibilancias (silbidos procedentes del pecho), mucosidad espesa difícil de expulsar, y tos seca y persistente, sobre todo de noche.