SOCIEDAD › EL DICTAMEN DE UNA COMISIóN ASESORA DEL MINISTERIO DE CIENCIA ALERTA SOBRE LA ACTIVIDAD DE BANCOS PRIVADOS
“No es ético cobrar por un tratamiento futuro, que no se puede brindar porque no existe”, advierten los especialistas. En el país hay una decena de bancos privados que cobra por criopreservar células madre para hipotéticos tratamientos.
› Por Eduardo Videla
La preservación del cordón umbilical de niños recién nacidos no garantiza que las células madre que contiene puedan curar enfermedades del grupo familiar, por lo que no constituye “un seguro biológico”. Esa es la conclusión a la que llegó la Comisión Asesora de Terapias Celulares y Medicina Regenerativa, que depende del Ministerio de Ciencia y Tecnología. El informe oficial, de esa manera, sale al cruce de los promocionados bancos privados que almacenan cordones umbilicales con fines supuestamente terapéuticos. “La utilización de células madre de la sangre del cordón umbilical posee eficacia terapéutica comprobada sólo para ciertas enfermedades tratables mediante trasplante de médula ósea”, aseguró a Página/12 Fernando Pitossi, investigador de la Fundación Leloir e integrante de la comisión.
La comisión asesora difundió su postura en aspectos clínicos, científicos y éticos acerca de la guarda de células madre (hematopoyéticas) de sangre de cordón umbilical. Para las familias que pagan la guarda de esas células en bancos genéticos privados “la probabilidad de necesitarla en el futuro, para sí u otro familiar con enfermedades tratables con trasplante de médula ósea, es muy baja”, señala la comisión al abordar las cuestiones clínicas de este procedimiento.
Almacenarlas para uso personal o familiar “no constituye ninguna garantía”, porque su uso puede no ser adecuado en alguna enfermedad particular o para otro miembro de la familia (incompatibilidad, por ejemplo) e, inclusive, puede resultar insuficiente o inapta para un tratamiento, explicaron.
Aclararon que preservar “la sangre de su propio hijo sólo es aconsejado cuando la familia posee otro niño que tiene o ha tenido una enfermedad que pudiera ser tratada con trasplante de médula ósea”.
El dictamen se difundió ante el creciente interés científico, médico y comercial en las “supuestas propiedades” de la sangre del cordón umbilical como fuente de células hematopoyéticas, en trasplantes por patologías hematológicas o malignas en general y en su potencial para originar una variedad de células o tejidos útiles para tratar otras enfermedades, como el Mal de Alzheimer o el Mal de Parkinson.
En Argentina existen una decena de empresas que promocionan el servicio de colecta, procesamiento y almacenamiento de las células de la sangre de cordón y placenta para potencial uso propio y de familiares directos del recién nacido. Cobran en promedio 1250 dólares para criopreservar las células, más un abono de cien dólares anuales.
En 2009, el Incucai dispuso que todas las células madres almacenadas en bancos privados debían ser inscriptas en un Registro Nacional de Donantes, para uso de toda la sociedad. Les dio a las empresas un plazo de seis meses, que ya está vencido. Dos fallos judiciales declararon inconstitucional la medida, pero el Incucai apeló y su resolución judicial está pendiente.
La comisión indicó que preservar células en un banco público es gratuito y que a ellas pueden acceder pacientes que las necesiten. El primer banco público de células madre provenientes de cordón umbilical funciona en el Hospital Juan P. Garrahan.
Ese mismo procedimiento en institutos privados se realiza bajo contrato, según el cual, el material es de uso exclusivo de quien lo pone en guarda. Salvo por la exigencia de inscribir las células en un registro público, en la Argentina, la actividad no está regulada por el Estado. “En Italia y Francia esta actividad comercial está prohibida. En cambio, en Estados Unidos es legal y está muy difundida”, comentó Pitossi.
–Si las células madre no constituyen un “seguro biológico”, ¿para qué se creó un banco público? –preguntó Página/12.
–Se preservan para utilizar en cualquier tratamiento en el que se requiere trasplante de médula ósea, que también es una fuente de células madre –respondió el investigador.
En el orden científico, la comisión señaló que “todo uso de células madre de la sangre de cordón umbilical, que no sea el trasplante de médula ósea, es experimental” y como tal “exige un protocolo de investigación y solo será un tratamiento establecido, luego de pasar por diferentes fases pre clínicas y clínicas de investigación”.
–Que las células madre no sean útiles para tratamientos de enfermedades como el Parkinson o el Alzheimer no quiere decir que lo puedan ser en un futuro –observó este diario.
–Sí, pero desde que se presentan los protocolos de investigación hasta que se hacen los ensayos con animales, luego con humanos y finalmente se aprueba su uso terapéutico, pueden pasar unos diez años. Lo que sostiene el informe es que no es ético cobrar por un tratamiento futuro, que no se puede brindar ahora porque no existe.
La Comisión Asesora en Terapias Celulares y Medicina Regenerativa está integrada, además, por el ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao; Pablo Argibay, del Hospital Italiano; María Elisa Barone, Jorge Peralta y Adriana Carballa, del Incucai; Ana Del Pozo, del Banco del Hospital Garrahan; Roberto Coco, de Fecunditas; Florencia Luna, de Flacso; Osvaldo Prodhajcer, de la Fundación Leloir; Gustavo Sevlever, del Instituto Fleni; Susana Sommer, de la UBA; Patricia Saidón, del Hospital Ramos Mejía; Martín Seoane, de Anmat, y la diputada Fabiana Arzuaga.
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