Vie 27.12.2002

SOCIEDAD

Colectiveros en lucha contra la ley que protege el casco histórico

Responsables de ocho líneas de colectivo marcharon para pedirle al jefe de Gobierno porteño que vetara la ley que les prohíbe circular por diecinueve cuadras del centro y los obliga a cambiar recorridos. Pero el gobierno la promulgará hoy.

› Por Eduardo Videla

Empresarios y choferes de ocho líneas de colectivos se movilizaron ayer para reclamarle al jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, el veto de la ley que les prohíbe circular por diecinueve cuadras del casco histórico porteño. Los manifestantes recibieron la respuesta en el momento: Ibarra promulgará hoy la ley y la medida entrará en vigencia dentro de 60 días. La norma, aprobada por la Legislatura, apunta a proteger los edificios históricos que se concentran en esas doce manzanas, algunos de los cuales ya presentan signos de deterioro, como la iglesia de San Ignacio, sobre la calle Bolívar, afectada por una grieta que atraviesa de lado a lado su pared frontal. Los empresarios del transporte automotor de pasajeros argumentan que la ley no está respaldada en estudios técnicos y amenazan con iniciar demandas judiciales contra el gobierno de la ciudad.
“En las principales ciudades de Europa rigen leyes más estrictas que esta, que restringen el tránsito en áreas históricas. En Buenos Aires es la primera de este tipo y el gobierno la tiene que hacer cumplir, porque se votó por unanimidad”, dijo a Página/12 el diputado Julio Vitobello (PJ), autor del proyecto. El legislador argumentó que las vibraciones que producen los colectivos generan un impacto sobre los edificios más antiguos de la ciudad. Pero admitió que la Legislatura no realizó ningún estudio para sostener esa tesis, dado que “no contamos con recursos económicos para hacerlo”.
La norma prohíbe la circulación de vehículos de transporte público de pasajeros por las calles Balcarce, Defensa y Bolívar, entre la avenida Belgrano e Hipólito Yrigoyen; las calles Alsina y Moreno, entre Perú y Paseo Colón, y en Perú, entre Belgrano y Diagonal Sur. Son en total doce manzanas, que albergan edificios históricos como los de la Manzana de las Luces, donde se encuentran la iglesia de San Ignacio, construida en 1722, la ex Procuraduría Jesuítica, el antiguo Congreso nacional y el Colegio Nacional de Buenos Aires, entre otros.
La medida afecta a ocho líneas de colectivos: las 22, 24. 28, 29, 86, 91, 103 y 126. Según sugirieron los legisladores al aprobar la norma, los recorridos de esas líneas deberían ser derivados hacia las avenidas Paseo Colón, Belgrano y la calle Venezuela. Para los dueños de colectivos, esto provocará una aglomeración de unidades sobre esas vías, “que perjudica a los usuarios y a las empresas”, según dijo a este diario el titular de la Federación Argentina de Transporte Automotor de Pasajeros (Fatap), Héctor Tilve. La decisión final debe ser adoptada por la Subsecretaría de Transporte y Tránsito porteña y la Comisión Nacional Reguladora del Transporte (CNRT).
Los empresarios no están tan preocupados por los efectos directos de esta medida sino por sus consecuencias futuras. “Cuando vayan todos los colectivos por Venezuela, van a prohibir la circulación por esa calle, y así sucesivamente”, agregó Tilve, que imagina que la protección se extenderá hacia otras zonas con edificios históricos.
El empresario encabezó una columna de más de cien colectivos que estacionaron frente al Edificio Municipal. “Habíamos enviado dos telegramas al jefe de Gobierno, pero nunca nos contestaron”, dijo Tilve. Ayer los recibió el subsecretario de Transporte y Tránsito de la ciudad, Horacio Blot. “Nos dijo que el jefe de Gobierno no iba a vetar la ley porque los perjuicios que ocasiona no son tan graves y porque no puede contrariar a la oposición cuando se está por votar el Presupuesto”, relató Tilve. Este diario intentó comunicarse con Blot para confirmar la versión, pero resultó imposible.
Una fuente cercana a Ibarra confirmó que la norma sería promulgada. La defensa de la ley llegó de parte de la subsecretaria de Patrimonio Cultural, Silvia Fajre: “Es un paso imprescindible para proteger los edificios de valor patrimonial de la ciudad. Porque si se llegan a perder, no se van a poder recuperar”, dijo la funcionaria. Entre los que apoyan lamedida se encuentran el rector del Nacional de Buenos Aires, Horacio Sanguinetti, y el coordinador general de la Manzana de las Luces, Miguel Brignani.
Como réplica, los empresarios consideran la medida como “discriminatoria”, ya que “beneficia al transporte ilegal, que ante la ausencia de colectivos, puede hacer allí su reservorio para levantar pasajeros”, se quejó Tilve. Y argumentó que las mayores vibraciones en la zona son producidas por el subte de la Línea E, “que pasa a 20 metros de la Manzana de las Luces”.

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