Una avioneta que despegó del aeropuerto de San Fernando ayer, después del mediodía, sufrió un desperfecto en su equipo de comunicaciones y estuvo durante dos horas volando a la deriva, sin enlace de radar ni radiofrecuencia. El problema derivó en el cierre, durante casi una hora, de los aeropuertos de Ezeiza, Jorge Newbery y San Fernando, con la idea de evitar cualquier incidente aéreo. Los técnicos de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), encargados del control de vuelos, lograron comunicarse con el piloto a través de un teléfono satelital. Finalmente, el inconveniente se solucionó y el piloto logró aterrizar en el aeropuerto de Chapelco, en Neuquén, a las 17.31.

La avioneta, que despegó a las 13.25 de San Fernando, había perdido la comunicación por radiofrecuencia y el enlace de radar con el sistema de control aéreo. Sin embargo a los pocos minutos se pudo establecer contacto telefónico con el piloto y se lo asistió para orientarlo hacia un aeropuerto alternativo.

Técnicos de la ANAC lograron comunicarse por un celular satelital con el piloto, quien mantenía una altura de 2500 metros y dos horas después de despegar se encontraba cerca del municipio de Pehuajó, en la provincia de Buenos Aires, según informó el vocero de la ANAC, Marcelo Bertolino. “El avión tiene una autonomía de 8 a 10 horas de vuelo y las condiciones climáticas en el oeste bonaerense eran buenas, así que la intención fue guiarlo hasta un aeropuerto”, sostuvo el vocero.

Pero durante la emergencia se produjo un cierre momentáneo de las operaciones de los aeropuertos Jorge Newbery, San Fernando y de Ezeiza, que reabrieron a las 14.22, cuando se estableció que la aeronave sobrevolaba la variante Pehuajó.

Aproximadamente a las 15.30 se restableció la comunicación por radiofrecuencia y comenzaron a funcionar con normalidad los instrumentos de la avioneta. En ese momento, las condiciones climáticas eran óptimas, por lo que el piloto comunicó que se dirigía hacia el aeropuerto de la ciudad de Neuquén, aunque luego decidió aterrizar en el de Chapelco.

La aeronave, un Beechcraft King Air 200, con matrícula LV-BMG, estaba tripulada por un hombre, según la información de la ANAC. Sin embargo, periodistas apostados en la terminal aérea de Chapelco dijeron que también viajaba un acompañante.