Con especial cuidado en explicar que se tomarán todos los recaudos necesarios para garantizar la seguridad de censistas y censados, la directora del Indec, Ana Edwin, anticipó algunas de las novedades del Censo 2010. Se trata, según explicó, de “la mayor movilización de personas y recursos” que puede hacer un Estado para retratar a su población y sus características, que pondrá a 650 mil personas a animar el procedimiento el próximo miércoles 27. Los primeros datos podrían conocerse hacia fin de año; los resultados de los cuestionarios simples, a mediados de 2011, y los guarismos totales estarán a disposición pública a fines de ese año.

Se registrará la existencia de familias diversas, ciudadanos de pueblos originarios y afrodescendientes, en todos los casos contando cuántas personas se reconocen como parte de esos colectivos. También se procurará llevar registro de personas que sufran discapacidades, diferenciando cuáles son en cada caso. Por primera vez, el Estado buscará saber de forma sistemática cuántos de sus habitantes mayores de 13 años tienen “conocimiento o manejo de programas informáticos”, para mensurar la brecha digital.

Casi todos los distritos han completado ya los equipos con que llevarán adelante el Censo que, de acuerdo con estimaciones previas, podría afirmar que la Argentina cuenta con más de 40 millones de habitantes. El registro, que tomará la cantidad y las características de las viviendas (una variable que el censo anterior pasó por alto), apuntará a obtener datos de “hogares, no de familias”. También se censarán “instituciones colectivas” tales como hospitales, cárceles, geriátricos y hoteles.

Cada provincia decide, a través de su dirección de estadísticas local, el perfil de sus censistas y los equipos que formará. De momento, la ciudad y la provincia de Buenos Aires, Chubut, Entre Ríos, La Pampa, Mendoza, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz, Tierra del Fuego y Tucumán todavía no han completado los equipos y siguen recibiendo consultas de personas interesadas en trabajar para la encuesta (los datos de contacto están en www.cen so2010.indec.gov.ar). Para evitar que puedan fraguarse copias, explicó Edwin, la credencial y el bolso oficial que usarán los censistas sólo se darán a conocer “preferiblemente no antes de los dos días anteriores” al Censo. De todas maneras, aseguró, “las credenciales tendrán una marca de agua, lo que hace que, si se la quiere fotocopiar para hacer una falsificación, (el documento) cambia de color”. Además, las fuerzas de seguridad estarán abocadas al operativo, y el Indec está realizando un convenio con el Suterh para que, en zonas urbanas, los encargados de edificios colaboren con los censistas.

Aun cuando en su mayoría son voluntarios, los censistas percibirán una remuneración por sus tareas. Recibirán 250 pesos en las áreas urbanas, 300 en las rurales; cobrarán en diciembre, “antes de Navidad”, en la sucursal de Correo Argentino más cercana al territorio que encuestaron. Antes del 27 de octubre deben asistir a una capacitación para instruirse sobre las planillas y el modo de completarlas, no sólo en lo referente a las preguntas sino también en cuál es la confección más eficaz para que, luego, la información de las planillas sea leída e ingresada correctamente. “Pasó en 1970: hubo errores al completar, y costó tanto leer las cédulas censales que los resultados tardaron siete años en estar disponibles”, ejemplificó Edwin.