SOCIEDAD › ADVIERTEN SOBRE UNA BACTERIA QUE ATACA MAS PORQUE SE VOLVIO MAS RESISTENTE
Es una bacteria que causa desde lesiones leves de piel hasta infecciones respiratorias graves. La Sociedad de Infectología Pediátrica alerta sobre el mal uso de los antibióticos.
› Por Pedro Lipcovich
Las personas, especialmente niños, que hayan tomado antibióticos en el último año, tienen riesgo aumentado de contraer enfermedades causadas por una mutación de la bacteria Staphyloco-ccus aureus, resistente a la mayoría de los antibióticos conocidos. Este germen es huésped habitual de los seres humanos y causa enfermedades que van desde lesiones leves en la piel hasta infecciones graves en el aparato respiratorio y en los huesos. Según estudios epidemiológicos –que dio a conocer la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica–, la variedad resistente fue este año responsable del 65 por ciento de las lesiones de piel causadas por esta bacteria; en 2002 sólo había originado el 11 por ciento de estas patologías. El auge de esta bacteria mutada pone en relieve los riesgos de la utilización indiscriminada de antibióticos, que, además de generar en la comunidad mutaciones resistentes, pone en riesgo al sujeto que los toma. Además, según especialistas de la Sociedad de Infectología, “muchos médicos siguen tratando infecciones por Staphylococcus con antibióticos comunes, que no les hacen efecto”.
“El Staphylococcus aureus se perfeccionó”, resumió Eduardo López, presidente de la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica y jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez. Esta bacteria, que en el microscopio se visualiza en forma de racimos dorados, es huésped habitual del organismo, sin causar patologías, especialmente en el interior de la nariz –donde la tienen hasta el 40 por ciento de las personas–, así como en la axila y el periné. Cuando, por alguna lesión que puede ser pequeña, penetra en la epidermis, causa forúnculos o infecciones más serias bajo la piel. Pero las enfermedades más graves que puede ocasionar son neumonías, meningitis y osteomielitis (en huesos y articulaciones).
Ese “perfeccionamiento” de las bacterias se debe a que, sometidas desde hace décadas a la presión del uso indiscriminado de antibióticos, sobreviven las que se han vuelto más aptas para resistir. Bajo estas condiciones, el Staphylococcus “adquirió un gen, proveniente de otra bacteria, que les otorga resistencia a los antibióticos de uso habitual”, precisó López.
A principios de este siglo, este nuevo Staphylococcus, llamado “meticilinorresistente”, se detectó en Estados Unidos. En 2003, en Uruguay. Inicialmente creció en ámbitos intrahospitalarios, propicios a la aparición de bacterias resistentes, pero pronto se diseminó en la comunidad. Según la estadística del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, la bacteria mutada, que en 2002 causaba sólo el 11 por ciento de las infecciones de piel y partes blandas por Staphylococcus, hoy es responsable del 65 por ciento. Las infecciones de huesos (osteomielitis), causadas por la bacteria resistente, subieron de 5,5 a 23,2 por ciento.
En sintonía, un estudio en el Hospital Garrahan, que incluye datos de distintas provincias, arroja “en infecciones de piel, más de un 60 por ciento de Staphylococcus resistente, y un 33 por ciento en osteomielitis”, reveló María Teresa Rosanova, médica principal en el Servicio de Infectología del Garrahan. No hay datos oficiales a nivel nacional porque la bacteria mutada, de aparición reciente, todavía no es de denuncia obligatoria.
Así las cosas, “emitimos un alerta a la población en general y a los médicos en particular: seguimos recibiendo pacientes que, con infecciones en la piel y partes blandas causadas por esta bacteria resistente, recibieron antibióticos que no son efectivos”, anunció Rosanova.
En muchos casos, los afectados requieren internación; en el hospital se les administra una batería de antibióticos que sí atacan al Staphylococcus mutado (son los que se mantenían en reserva para cuando el antibiótico habitual no diera resultado; además de ser más caros, tienen más efectos secundarios). El 74 por ciento requiere alguna forma de cirugía, desde drenaje de abscesos hasta intervención en huesos y articulaciones. El 10 por ciento va a terapia intensiva. En promedio se requieren 13 días de hospitalización, todo según datos del hospital Gutiérrez. Es importante el diagnóstico precoz para evitar que las lesiones cutáneas se agraven o que los daños en los huesos se hagan crónicos.
López explicó que, entre los factores de riesgo para el Staphylococcus resistente, figuran: “Haber tomado antibióticos en el último año”; “haber sido hospitalizado en el último año” y “el hacinamiento o condiciones sanitarias defectuosas”, entre otros. En todo caso, advirtió, “esta bacteria afecta a todos los sectores sociales”. Insistió en que “el consumo de antibióticos favorece la aparición de estas enfermedades, en la comunidad y, en particular, en la persona que los toma”, y comentó: “Al paciente, o a sus padres si es un niño, tomar antibióticos suele darle una sensación de seguridad que es falsa: muchas veces la infección es por virus, que ningún antibiótico ataca; también puede suceder que el antibiótico no sea el adecuado y además, como ya vemos, tomar antibióticos es factor de riesgo para enfermedades por Staphylococcus resistente”.
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