Sáb 09.10.2010

SOCIEDAD  › A PARTIR DEL MARTES ESTARíAN EN CONDICIONES DE SACARLOS

Rescate de mineros en cuenta regresiva

La perforación por la que saldrían estaría terminada hoy y el martes se iniciarían las tareas de rescate de los 33 trabajadores.

El pozo por el que saldrán los 33 mineros atrapados hace dos meses en la mina San José, en Copiapó, al norte de Chile, estará terminado hoy. Lo confirmó ayer el ministro de Minería, Laurence Golborne, quien indicó que el túnel estaba avanzado 584 metros sobre los 624 totales. Su colega de la cartera de Salud, Jaime Mañalich, estimó que este martes se iniciarían las tareas de rescate de los trabajadores atrapados. Claro que las fechas varían como las voces de los funcionarios. “Se encamisará sólo el primer tercio del ducto realizado por la T-130, equivalente a los primeros 100 a 200 metros. La última parte (del trabajo de extracción) va a ser roca viva no encamisada. Es lo que está pensado hasta hoy, es lo más viable”, agregó Mañalich.

Mientras tanto, los familiares esperan en el campamento Esperanza con la alegría propia de la aceleración del rescate. “Supuestamente después del rompimiento se iban a demorar ocho días para sacarlos, pero si se adelanta, mejor, estoy feliz”, dijo ayer Jessica Yáñez, esposa del minero Esteban Rojas, tras los anuncios oficiales. Sin embargo, el académico de la Universidad de Santiago Omar Gallardo se encargó de enfriar los ánimos de los propios rescatistas. Aseguró que se deberá realizar un cuidadoso sondeo con cámaras, antes de decidir si el rescate se inicia de inmediato o se debe recubrir el pozo, lo que demoraría aproximadamente cerca de una semana.

Yáñez, quien logró ver un video del ducto salvador, comentó: “Se ve que no es necesario encamisarlo por completo porque la roca está muy bien y no hay peligro de que se traben las ruedas de la cápsula cuando los saquen”. Las dudas se mezclan con la esperanza, todo el tiempo. Se sabe que el operativo de rescate durará 48 horas y cuando los mineros salgan serán trasladados a un hospital de campaña ubicado en el yacimiento, para realizarles los primeros controles. Allí recibirán el saludo de sus familiares más cercanos y luego serán trasladados hasta el hospital de Copiapó, donde estarán no menos de dos días para su estabilización.

El ministro Golborne trazó ayer los dos posibles escenarios después de que hoy se termine el túnel. “Un rescate inmediato podría insumir de tres a cuatro días y en un plazo más largo, de ocho a nueve días. Nada va a estar terminado hasta cuando saquemos al último minero atrapado”, comentó. Por su parte, el presidente Sebastián Piñera destacó que la salida de los mineros “será un instante de felicidad que ningún crecimiento económico y ninguna creación de empleo va a poder ni siquiera equiparar”.

Piñera vaticinó que el país llorará de “emoción y alegría”. Anunció que el presidente de Bolivia, Evo Morales, le confirmó que quería estar presente en el rescate, porque uno de los 33 mineros, Carlos Mamaní, es de nacionalidad boliviana. El joven Mamaní tal vez será uno de los primeros en salir, ya que según el ministro de Salud, Mañalich, los primeros mineros a rescatar serán los más hábiles, sin problemas de peso y que puedan mantener la tranquilidad; luego subirán los más enfermos y por último los más fuertes y que manejan un cierto liderazgo dentro del yacimiento.

Los carabineros estimaron que este fin de semana llegarán a la zona externa de la mina, en la región de Copiapó, unas dos mil personas, entre familiares, periodistas y turistas, por lo que reforzará su dotación con otros 250 efectivos. Después de la angustia, la incertidumbre y la ansiedad por la espera, una vez que se supo que todos los mineros estaban vivos, los familiares llegan, como dijo Bélgica Ramírez, cuñada del minero Mario Gómez, “muy nerviosos, con la sensación de que esta pesadilla, por fin, está por terminar”. Además, Ramírez afirmó que los familiares realizan una vigilia desde el jueves para cerciorarse del trabajo de la T-130, la máquina que al principio era solo un Plan B.

A las 500 personas que viven en el campamento Esperanza se les sumarán hoy otras 1500, el doble de la población que estuvo el día que se hizo el contacto con los mineros. Se estima que durante el rescate la cifra se duplicará. Mientras tanto, la vigilia sirve para que los familiares bajen la expectativa creada. Cada noche se reúnen para cantar, beber, rezar y leer la Biblia. Abajo, los 33 mineros esperan instrucciones. Según el jefe del operativo, André Sougarret, podrían utilizar dinamita para que el último tramo de la perforación “tenga la amplitud necesaria para que la cápsula llegue al fondo del yacimiento sin problemas por un diámetro de 26 pulgadas”.

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