Desde la Mina San José, Atacama

El operativo para sacar a la superficie a los 33 mineros ha sido fijado para esta noche, cuando el reloj marque la hora cero del miércoles (la 1 en Argentina), según confirmaron los encargados del operativo en el yacimiento San José, de Atacama. La información fue proporcionada por el ministro de Minería, Laurence Golborne, y el jefe técnico de las tareas de socorro, André Sougarret, los que fijaron ese horario para el comienzo de la última etapa del rescate, considerando el tiempo que demorará la construcción de la base de la cápsula que transportará a los mineros, y que debería estar al ciento por ciento hoy.

Se informó además que en la madrugada del lunes terminó el encamisado del ducto construido por la perforadora T-130, que hizo contacto el sábado con la galería donde están los operarios y que ayer se fue del Campamento Esperanza en medio de vítores, gritos, bocinas y aplausos. Luego se hizo una prueba parcial del movimiento de la cápsula, enviando hasta los 610 metros la Fénix 1, la más grande de las 3 preparadas, y que operó sin sobresaltos.

Golborne agregó que hasta ahora se trabaja en la instalación del sistema de izaje que se utilizará para bajar y subir la cápsula. “Eso tardará 48 horas, quizás un poco menos, por lo que el rescate podría realizarse a partir de la 0 (hora local) del día miércoles”, dijo. “Vamos a estar preparados y esperando iniciar el proceso de rescate a partir de esa hora, a medida que exista la adecuada concreción de los logros que están planificados”, complementó el funcionario ayer al mediodía.

El ministro detalló que uno de los temas pendientes es la solidificación del cemento utilizado en las construcciones que servirán de soporte a la polea que realizará el izaje, lo que podría adelantarse. “Si estamos en condiciones de dar inicio antes, vamos a comenzar el rescate independientemente de la hora.”

Explicó además que los resultados de la prueba de la cápsula “han sido muy promisorios, muy positivos, la cápsula se comporta muy bien dentro del ducto, se adapta al desplazamiento. Se comporta muy bien con encamisado y sin encamisado. No existe movimiento ni bamboleo, no existe ni siquiera la caída de polvo dentro de este ducto”, dijo. El encamisado es un revestimiento interno en el conducto que facilita el desplazamiento de la cápsula.

Más tarde, en su cuenta de Twitter, Golborne precisó que “en paralelo también se arma el triage (zona de evaluación médica preliminar), un policlínico de campaña (donde se estabilizarán los mineros antes de volar en helicóptero al Hospital Regional de Copiapó) y caminos para mover camillas. Con eso recién estaremos listos”.

Con toda esta información, muchos familiares de los 33, junto a numerosos reporteros que llevan varios días en torno de la mina, decidieron bajar a la ciudad más cercana, Copiapó, para cargar pilas, ducharse y retornar frescos a las últimas jornadas de una tarea que comenzó el pasado 5 de agosto, día del derrumbe. Es que, además, desde ayer ya no habrá más contacto de teleaudio o entrega de cartas desde y hacia el interior del socavón, pues todo el esfuerzo apuntará a las labores de rescate.

Más datos entregó Sougarret, jefe de las tareas de socorro. “Estamos perfeccionando lo que será la estructura final del ascenso, lo que nos va a llevar el tiempo que ha indicado el ministro. Lo que habíamos definido para lo que era el encamisado era un mínimo de 50 metros. Desde allí, no existía la posibilidad de desprendimiento de piedras que se pudieran soltar, hemos verificado a través de una cámara de televisión que iba en la cápsula y por lo tanto tenemos la seguridad de que no va a existir desprendimiento producto del encamisamiento que llegó hasta los 55 metros”, afirmó.

La cápsula Fénix 1 es la más exigente de las tres diseñadas para el rescate, en tamaño y diámetro. Las autoridades precisaron que al no sufrir complicaciones en ella, no debieran ocurrir inconvenientes con las otras.

Por su parte, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, aseguró que los 33 mineros atrapados se encuentran en buen estado de salud, a pesar de la ansiedad y temor que causa el inminente rescate. Según informó, al menos unas seis horas antes de empezar la operación serán instruidos para alimentarse con una dieta especial recomendada por la NASA. Esta dieta consiste en azúcar, minerales y potasio y no incluye alimentos sólidos de ningún tipo. La comida es elaborada por los estadounidenses.

Otras recomendaciones apuntarán a la vestimenta que usarán los mineros. Cada uno llevará una faja atada de la cintura para encauzar la sangre hacia el cerebro. Además se amarrarán sus tobillos, con la misma intención, para evitar una trombosis. Finalmente, tomarán una aspirina para evitar mareos o cefaleas.

Se explicó también que los primeros cuatro en subir a la superficie ya están designados. Entre ellos se encuentra el boliviano Juan Carlos Mamani (se ha especulado que es debido al probable arribo del presidente Evo Morales); el menor de los atrapados, Jimmy Sánchez, de 19 años, cuya hija, Bárbara tiene apenas 4 meses de vida y otros dos considerados los más hábiles de los 33.

En el siguiente grupo estarían los de más edad, para luego subir a los más fuertes del grupo, entre los que estarían Víctor Segovia, Franklin Lobos, Ariel Ticona y el líder del grupo, Luis Urzúa, quien sería el último de los 33 en ascender a la superficie.

Todo el grupo estará guiado por cuatro rescatistas que bajarán hasta la galería ubicada a 622 metros de profundidad, quienes permanecerán ahí hasta que salgan todos. Serán dos rescatistas mineros y dos enfermeros, intercalados. No está claro aún si bajarán los cuatro de inmediato a preparar el grupo o lo harán aprovechando cada bajada, después del ascenso de los primeros mineros, para optimizar los primeros trayectos.