Fernanda Lemos recibió una feroz paliza y luego murió estrangulada. Así, lo indicaron los primeros resultados de la autopsia sobre el cuerpo de la joven que fue encontrada en un descampado de la localidad bonaerense de San Vicente, aunque aún los forenses de la morgue judicial de Lomas de Zamora aguardan los estudios complementarios. Una vez realizada la autopsia, también ayer, se le tomó declaración indagatoria a Gerardo Demchuk, el esposo de Lemos, detenido como sospechoso por la muerte de su mujer. En esa declaración, el acusado “se limitó a decir que era inocente, que no iba a contestar preguntas y que en su momento iba a ampliar su indagatoria”, contó una fuente judicial.

La autopsia y la indagatoria se realizaron ayer a la mañana, luego de haber sido suspendidas el martes porque la defensa del imputado reclamó supervisar la necropsia con un perito de parte. Luego, el fiscal de la causa, Juan José Vaello, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 de Lomas de Zamora, tomó la indagatoria a Demchuk en los tribunales de Banfield. Pero no dijo mucho al respecto, más que afirmar su inocencia y manifestar que declararía en su momento.

En la autopsia que se realizó sobre el cuerpo de Lemos, que presentaba un avanzado estado de descomposición, los forenses detectaron un doble mecanismo para causar la muerte. Por un lado, la víctima presentaba politraumatismos en el rostro y la cabeza, señal de que había sido sometida a una brutal paliza. Si bien por el estado de putrefacción los forenses no encontraron surcos en el cuello como signo de ahorcamiento ni otras marcas visibles, sí determinaron que había sufrido compresión en la laringe. Según explicó una fuente judicial, “lo más probable es que el asesino le haya dado una paliza y luego la tomó por el cuello y la estranguló. Pero debemos confirmar estas presunciones con los estudios anatomopatológicos”.

Según los médicos, la bolsa que tenía Lemos colocada sobre la cabeza no fue utilizada para asfixiarla, sino luego de ocasionarle la muerte para que la sangre de las heridas en la cabeza no ensucien el vehículo utilizado para transportar el cuerpo.

Otro de los datos que surgió de la autopsia es que la estimación del tiempo que lleva fallecida Lemos es de dos semanas antes de su hallazgo, algo que coincide con los 13 días que estuvo desaparecida. Sin embargo, para precisar ese lapso con exactitud –día y hora del deceso–, los expertos pidieron colaboración al equipo del Centro de Investigaciones de Entomología Forense de la Universidad de Quilmes.

Mientras la investigación continúa, el fiscal espera los resultado de las pericias sobre el vehículo del sospechoso, un Peugeot 307, que fue secuestrado para analizar si el dibujo de sus ruedas coincide con las huellas que había en el descampado donde se encontró a la víctima. Además, se secuestró el filtro de aire del auto y restos de barro que se compararán con la tierra del lugar.

La desaparición de Fernanda de su casa en la localidad de Luis Guillón, en el sur del conurbano, fue registrada el 28 de septiembre alrededor de las 2 de la madrugada. Desde entonces, nada se supo de ella más que las explicaciones que daba su esposo. Según lo relatado por el marido de Lemos –ahora detenido–, la mujer se había ido de la vivienda familiar por una discusión de pareja. La versión la sostuvo frente a los medios de comunicación, a los que el propio Demchuk convocó para difundir la foto de su mujer y pedir su aparición. Luego de que la policía realizara un rastrillaje en la zona de San Vicente, que llevó tres días, el cuerpo de la joven fue hallado el lunes último.

La clave de ese hallazgo fue el teléfono celular de Demchuk. Es que el análisis de las comunicaciones que hizo el hombre la madrugada de la desaparición de su esposa determinó que se activaron dos antenas que ubicaban a ese teléfono en la zona donde luego apareció el cadáver.

Ayer Demchuk dio una escueta declaración a la Justicia y se negó a responder las preguntas del fiscal, aclarando que hablará en su momento. Mientras tanto, permanecerá detenido acusado del delito de “homicidio calificado por el vínculo”, que prevé una pena de prisión perpetua.