La Academia de Pediatría de Estados Unidos se pronunció en favor de la adopción por parte de parejas homosexuales. El documento, dado a conocer ayer, se basa en estudios efectuados a lo largo de 20 años, según los cuales “los chicos con padres gays o lesbianas logran un desempeño similar a los de padres heterosexuales en las áreas cognitiva, social y sexual”. Los estudios indican que para los hijos de gays o lesbianas es mejor conocer tempranamente la orientación sexual de sus padres. Encuentran que la autoestima de los hijos de padres divorciados mejora si la madre forma una nueva pareja, “no importa cuál sea su orientación sexual”, y que les va mejor en todas las áreas cuando sus padres, adoptivos o biológicos, “están más satisfechos y tienen más amor en su pareja”.
El documento de la American Academy of Pediatrics se sustenta en un informe preparado por su Comité sobre Aspectos Psicosociales de la Salud del Niño y la Familia. Los pediatras señalan que “se ha impedido a gays y lesbianas adoptar chicos o se les ha denegado la custodia y los derechos de visita en divorcio sobre la base de que no serían padres efectivos”. Y presentan “numerosas investigaciones en los últimos 20 años”.
Según estas investigaciones, “los padres gays no muestran diferencias respecto de los heterosexuales en cuanto a proveer a sus hijos adecuada recreación, fomentar su autonomía o hacerse cargo de los problemas de la crianza”. Contra lo que algunos supondrían, algunos estudios observaron en padres gays “la adhesión a pautas de disciplina más estrictas”; otros, “más involucración en las actividades de sus hijos”. Pero, “sobre todo, más semejanzas que diferencias en las actitudes de padres gays y no gays”.
En cuanto a las madres lesbianas, “sus niveles de autoestima, ansiedad, depresión y estrés no son distinguibles de los que se encuentran en madres heterosexuales”. Las lesbianas muestran “fuerte compromiso con el rol maternal e incluso más preocupación por proveer a sus hijos modelos de roles masculinos que las madres divorciadas heterosexuales”.
El informe precisa que “ninguno de los más de 300 hijos de madres lesbianas estudiados mostró confusión en la identidad de género, o deseo de ser del otro sexo, o compromiso en conductas trasgénero. No se encontraron diferencias en el juego, el vestido o las amistades de niños o niñas con madres lesbianas, comparados con los de madres heterosexuales”.
En cuanto a si los chicos criados por homosexuales tienen más probabilidad de manifestar por su parte esa elección, “proporciones similares de jóvenes adultos con padres homosexuales y heterosexuales mostraron atracción hacia alguien del mismo sexo. Comparados con jóvenes adultos de madres heterosexuales, los de madres lesbianas resultaron ligeramente más dispuestos a la posibilidad de un partenaire sexual del mismo sexo, y más de ellos participaron en por lo menos una breve relación con alguien del mismo sexo, pero, en cada grupo, proporciones similares de adultos hombres y mujeres se identificaron a sí mismos como homosexuales”.
En cuanto al bienestar personal, si bien “los hijos de madres lesbianas divorciadas suelen recibir más tomaduras de pelo de sus compañeros que los hijos de divorciadas heterosexuales, parecen enfrentarse bien con el desafío de entender y describir sus familias a compañeros y maestros”.
Es que “la autoestima mostró ser más alta entre aquellos cuyas madres, no importa su orientación sexual, estuvieran en una nueva pareja después del divorcio, en comparación con aquellos cuyas madres estaban solas; y entre los que supieron más temprano que su padre o madre era homosexual, en comparación con aquellos que se enteraron cuando eran mayores”.
Según uno de los estudios, “los hijos de madres lesbianas eran vistos por padres y maestros como más afectuosos, responsables y protectores con respecto a niños más chicos”. En una investigación más reciente, “hijos de madres lesbianas mostraron valores similares a los hijos de heterosexuales en sociabilidad y agresividad”.
En parejas de lesbianas, “la adaptación de los chicos que tienen dos madres se vincula con la satisfacción de ellas con su relación de pareja yespecíficamente con la división de responsabilidades en cuanto al trabajo, el cuidado del niño y las tareas de la casa. Los chicos obtienen mejores evaluaciones cuando los padres comunican mayor satisfacción con su pareja, más altos nivel de amor y más bajos niveles de conflicto entre ellos, con independencia de su orientación sexual”.
Kate Kendall, titular del Centro Nacional para los Derechos de las Lesbianas de Estados Unidos, afirmó que “estamos muy satisfechos con esta declaración. Llevamos dos décadas luchando por esto”. La entidad comparó el pronunciamiento de los pediatras con la decisión de la Asociación de Psiquiatras de Estados Unidos que, en 1973, retiró la homosexualidad de la lista de desórdenes mentales.