Más de 400 pasajeros quedaron varados durante 15 horas luego de que un tren de Ferrobaires con destino a Bahía Blanca descarrilara ayer a 110 kilómetros de la Capital, sin registrarse heridos. El tren, que salió desde Constitución a las 21.10 y debía llegar a las 8, descarriló a la medianoche en la localidad bonaerense de Ranchos. Recién por la mañana, la empresa de trenes envió micros para que los pasajeros pudiesen llegar a destino. Un vocero de Ferrobaires informó que “debido a la gran cantidad de personas, hubo demoras para ubicarlos en colectivos y muchos pasajeros retornaron a Capital, desde donde habían partido”. Además, agregó que la ruta por donde circulaba el tren “es una vía alternativa de la empresa Ferrosur, concesionaria del servicio, y que evidentemente no está en condiciones ideales para ser empleada”. Sin embargo, Gustavo Romera, ingeniero de Ferrosur negó esta versión y le explicó a Página/12 las causas del accidente: “Ofrecimos a Ferrobaires una vía alternativa porque en el ramal principal se está reparando un puente; la vía tiene un buen mantenimiento y no hubo exceso de velocidad ya que sólo se descarriló la locomotora y el primer vagón”. Romera está seguro de que se trató de un sabotaje: “Alguien desarmó el cambio que une la vía principal con la alternativa; ningún improvisado puede hacer eso”, aclaró. Si bien no hubo heridos, desde el Hospital Campomar, de Ranchos, se informó que se atendieron a siete personas con gastroenteritis que fueron dadas de alta.