Luego de que en menos de una semana 400 pasajeros de Ferrobaires quedaran varados durante 15 horas y otros 1000 llegaran a destino con 10 horas de demora, la empresa de ferrocarriles decidió suspender el viaje Constitución-Bahía Blanca e interrumpió su trayecto hasta Quequén por “la imposibilidad de brindar un servicio seguro y regular”.
El descarrilamiento hace seis días de un tren en Ranchos que iba a Bahía Blanca y la demora de 10 horas en otro que venía de Quequén, fueron provocados por “malas condiciones en las vías de Ferrosur” –concesionaria de los ramales– según dijo un vocero de la empresa; el servicio a Bahía Blanca no se reanudaría hasta que Ferrosur “habilite la operatividad de la vía principal”, agregó.
El trayecto Constitución-Quequén sólo se realizará hasta Mar del Plata: allí los pasajeros deberán combinar con micros hasta su último destino.
Según afirmó Gustavo Romera, ingeniero de Ferrosur, en dos días estará habilitada la vía principal a Bahía Blanca y los últimos incidentes se debieron a “problemas operativos” de Ferrobaires.