El termómetro se mantendrá en lo alto. El calor intenso que inunda el país desde el norte hasta el centro de la Patagonia persistirá al menos hasta mañana con temperaturas que, en algunas zonas, podrían alcanzar los 40 grados. En San Juan, el mercurio trepó a los 41 grados, mientras que en el área metropolitana, la sensación térmica superó los 39. Frente a este fenómeno, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió un “alerta naranja” para Capital y alrededores, por la cual es necesario cumplir las recomendaciones del Ministerio de Salud para evitar los “golpes de calor”. Para aplacar estas temperaturas, mañana llegarían algunas lluvias, como alivio pasajero, ya que se estima una máxima de 29.

En plena temporada veraniega, gran parte del país registró nuevamente altas temperaturas. A media mañana, el calor superaba ayer los 30 grados en las provincias de San Luis, Corrientes, Córdoba, La Rioja, Santa Fe, Catamarca, Río Negro, Chubut, Formosa, Entre Ríos, San Juan, Mendoza, La Pampa y Buenos Aires.

La meteoróloga del SMN Miriam Andrioli explicó que los picos máximos de calor son “consecuencia de la persistencia de una masa de aire calurosa proveniente de Brasil y Paraguay que afecta al país de noreste a sur, llegando hasta el norte y centro patagónico”. Y a partir de mañana, según la especialista, habrá una rotación de vientos con aire más fresco que se encuentra en el sur patagónico y que “avanzará de sur a norte provocando lluvias y el descenso de la temperatura”. El alivio también se sentiría en la ciudad de Buenos Aires, donde se esperan para este miércoles precipitaciones.

En el área metropolitana, las altas temperaturas ayer no pasaron inadvertidas: la máxima llegó a 34,3 con una sensación térmica de 39,1 por la tarde. La ciudad espera hoy una mínima de 25 grados y una máxima de 36. Para mañana se estiman lluvias y la máxima descenderá a 30 grados, para llegar al jueves con una máxima de 29.

Ante la persistencia del calor, el SMN pasó de “amarillo” a “naranja” el nivel de alerta en Capital y alrededores, por el cual el efecto sobre la mortalidad es de “moderado a alto”. Además, advirtió que las olas de calor “pueden ser peligrosas, especialmente para los bebés y niños pequeños, personas mayores de 65 años o aquellos con enfermedades crónicas”. En este nivel, es “necesario cumplir” con las normas dadas por el Ministerio de Salud de la Nación para evitar el golpe de calor en aquellos más vulnerables.

En ese sentido, el ministro de Salud bonaerense, Alejandro Collia, explicó que el golpe de calor “es el cuadro más severo derivado de la prolongada exposición a las altas temperaturas”. En estos casos, los afectados suelen presentar “la piel caliente, seca y roja, el pulso acelerado, mayor transpiración, dificultad para respirar, dolor de cabeza, náuseas, somnolencia y sed intensa”, precisó.

Juan Manzur, ministro de Salud de la Nación, señaló que los grupos más vulnerables son “las embarazadas, los lactantes, los niños pequeños y los adultos mayores” y recomendó “tomar abundante agua y no dejar de amamantar a los bebés”. También instó a dar a los chicos “abundante agua segura y jugos naturales, para prevenir la deshidratación, las diarreas y otros problemas de salud” que puede resultar del calor intenso. A los adultos mayores aconsejan “no consumir bebidas con alcohol porque aumenta la temperatura corporal y la pérdida de líquido y evitar esfuerzos físicos o deportes exigentes”.

Para alejar los efectos del calor, también hay que evitar la exposición al sol entre las 10 y las 16, usar gorros y filtros solares y no dejar al sol a los bebés menores de 12 meses. Es recomendable además mantener los baños limpios; poner los residuos lejos de alimentos y del alcance de los niños; lavarse frecuentemente las manos, especialmente después de ir al baño y antes de cocinar o comer, y asegurarse de que los chicos también lo hagan.