La Fundación Favaloro empezó a suspender intervenciones quirúrgicas por falta de materiales. “Si compramos insumos para la operación, no podemos pagarle al cirujano; si le pagamos, no podemos comprar insumos para que pueda operar”: ante esta disyuntiva imposible se ven las instituciones que brindan (o brindaban) medicina de alta complejidad a gente que no puede pagar con dólares. Como los insumos son importados, su precio se duplicó y debe pagarse al contado rabioso, mientras que las obras sociales y prepagas cumplen, en el mejor de los casos, a los seis meses. Por eso la Fundación reclama “un dólar uno a uno, para insumos médicos, durante 180 días”. También la Cámara de Entidades de Diagnóstico Médico anuncia que se van a quedar sin insumos básicos como placas radiográficas. La situación más crítica se da con los elementos para medicina nuclear: hasta hace unos años, la CNEA los fabricaba pero ahora hay que importarlos uno por uno.
Eduardo Raimondi, vicepresidente de la Fundación Favaloro, explicó así la situación: “Casi todos los insumos para alta complejidad son importados y actualmente hay que comprarlos con dólar libre: es decir que aumentaron el ciento por ciento; pero además el vendedor, como no sabe cuánto va a costar el dólar al día siguiente, pone un precio todavía más alto y exige pago al contado. A nosotros las obras sociales y prepagas nos vienen pagando a 180 días. Hasta que subió el dólar, aplicábamos ese mismo plazo a nuestros proveedores pero ya no podemos hacerlo”. Por lo tanto, “en enero tuvimos que pagar: un millón y medio de pesos por insumos de hacía seis meses; y 1,5 millones de dólares, es decir 3 millones de pesos, por los insumos del mismo mes; esos 4,5 millones son la recaudación total de la Fundación, de modo que, si pagamos los insumos, no podemos pagar ni los sueldos ni la luz”.
La luz todavía no se la cortaron pero “tenemos problemas para pagar a nuestro personal y ya empezamos a suspender operaciones”, reveló Raimondi. La Fundación reclama que el Estado otorgue “un dólar uno a uno para insumos médicos durante 180 días: esto nos permitiría repactar los contratos preexistentes”. Por supuesto, “el paciente que tenga dólares en la mano va a poder atenderse porque podría comprar insumos al contado: esto resultaría en una medicina sólo para ricos”, observó Raimondi.
La Cámara de Entidades de Diagnóstico y Tratamiento Ambulatorio (CEDIM) anunció “la falta total de insumos básicos y la imposibilidad de reponerlos”. Alicia Corinfeld, coordinadora de la entidad, destacó que “el sector depende de insumos importados, desde las placas radiográficas hasta los materiales para medicina nuclear: cuando el dólar se fue a 1,40, mantuvimos expectativas de no trasladar el aumento a los pacientes, lo cual es ya improbable. Y no podemos pagar porque los proveedores exigen contado y tenemos problemas con las obras sociales y los prepagos, a los que se les fueron afiliados y muchos de los que les quedan están en mora”.
Así las cosas, “en 30 a 60 días no vamos a poder seguir”, y esto se agrava para los materiales radiactivos, “que no se pueden acopiar: hay que adquirir cada dosis al precio del momento; antes, la Comisión Nacional de Energía Atómica los producía pero hace cinco años dejó de hacerlo y dependemos del exterior”, contó Corinfeld. La CEDIM pide “un dólar preferencial para importar insumos médicos, o bien compensar con rebajas impositivas. Y poder transferir al exterior dólares para pagar las deudas”.