La Justicia platense pidió la detención de tres oficiales de la Bonaerense acusados de haber asaltado a un detenido, su nuera y sus nietos en una casa donde el hombre cumplía arresto domiciliario. De acuerdo con los testimonios de la familia víctima del asalto policial, el trío de agentes bonaerenses conocía detalles de sus finanzas, se llevó alrededor de 15 mil pesos en efectivo y varios electrodomésticos, intimidando todo el tiempo a las víctimas con armas de fuego. Las detenciones, sin embargo, aún no se realizaron, porque el abogado de los acusados, Julio Beley, presentó un pedido de eximición de prisión cuya respuesta está pendiente en la Cámara de Apelaciones. Hasta que esa cámara se expida, los tres oficiales permanecerán en libertad, aun cuando ya fueron separados de su actividad habitual, es decir, la legal.

El robo por el cual fueron acusados sucedió a principios de marzo, cuando el teniente Javier Leguizamón, el subteniente Jorge Ramayo y el sargento Osvaldo Gómez prestaban servicio en el Destacamento Unión, de La Plata. Contra ellos el juez penal Fernando Mateos ordenó las detenciones, luego de que el fiscal Alvaro Garganta pidiera que los tres fueran arrestados bajo el cargo de “robo doblemente calificado en despoblado y en banda, y por el uso de arma de fuego y agravado” por ser miembros de la fuerza de seguridad.

De acuerdo con la acusación fiscal, el 15 de marzo los policías golpearon la puerta de la casa de la calle 518 entre 204 y 295 que la familia Lapera habita en Abasto, dentro de la jurisdicción de La Plata. Al identificarse, los agentes explicaron que debían entregar una notificación a Luis María Lapera. El hombre, de 75 años, es un ex empleado de la Justicia Federal que cumple arresto domiciliario por el crimen de su pareja, ocurrido en septiembre de 2008.

Una vez que tuvieron franqueado el acceso, según la investigación, los policías empuñaron sus armas de fuego y redujeron a Lapera, su nuera y sus nietos. La acusación fiscal aseguró que, luego, los tres agentes exigieron a Lapera un dinero que, adujeron, sabían que él tenía, por su jubilación de 6000 pesos y un depósito abultado que obraba en su cuenta por un retroactivo.

Nada de ese dinero apareció en la casa durante la revisación llevada adelante por los policías que, en cambio, se llevaron 15 mil pesos que tenían sus familiares en la vivienda, además de varios electrodomésticos. Antes de escapar, los uniformados encerraron a todos los integrantes de la familia en el baño de la casa.

Durante la pesquisa realizada luego de radicada la denuncia, la Justicia halló evidencias para acusar a los policías, de modo que se libró pronto un pedido de arresto en su contra. El fiscal Alvaro Garganta había solicitado la detención de los tres, algo a lo que el juez penal Fernando Mateos hizo lugar sin mayores objeciones.

De todos modos, los sospechados continúan en libertad. Si bien fueron separados de sus funciones a la luz de lo planteado por la acusación fiscal, los tres hombres gozan del beneficio de la eximición de prisión gracias a una moción de su abogado, Julio Beley. La decisión del arresto o su excepción está en manos ahora de la Cámara de Apelaciones, que deberá resolver la petición de Beley.

Además, fuentes cercanas a la investigación señalaron que la fiscalía analiza la presunta responsabilidad de los mismos acusados en un hecho de características similares cometido a principios de febrero de este año.

En aquella otra ocasión, dos hombres vestidos con uniformes de la Policía Bonaerense llamaron a la puerta de una casa en Gonnet donde, explicaron a sus habitantes cuando abrieron la puerta, necesitaban ingresar porque “estaban siguiendo a un prófugo”. Luego de que los dueños, de apellido Sisti, los dejaran pasar, los dos policías les robaron tres mil pesos y objetos de valor. Y profugaron.