Los habitantes de la región sur de Santiago del Estero están en alerta por el posible desborde del río Salado. El volumen de agua que corre en estos días por el cauce “está en los 130 metros cúbicos por segundo, cuando lo soportable es 30”, indicó a Página/12 el secretario de Agua de la provincia, Abel Tévez. Como los trabajos de contención no dan abasto, evalúan que de un momento a otro deba hacerse un corte controlado sobre la ruta nacional 92, que hoy funciona como un improvisado dique. Según los expertos, la crecida podría atribuirse “al desmonte del bosque nativo en Salta, que actúa como contención de las lluvias y al aumento de las precipitaciones”. Debido a que esta situación se reiteró en los últimos años, los gobiernos de Santiago del Estero, Salta –donde el río nace– y Santa Fe –en donde desemboca– comenzarán un estudio del curso fluvial para mejorar su manejo.

La localidad que se mantiene expectante ante un inminente desborde del Salado es Colonia Dora, situada 160 kilómetros al sur de la capital santiagueña. Allí, explicó Tévez, el río “tiene muy baja pendiente, lo que deriva en poca capacidad de conducción del agua”. Por su parte, el asesor en temas hídricos del gobierno de Santiago del Estero, Antonio Gallego, agregó que en esa zona el río “tiene tres o cuatro metros de profundidad y debe soportar la capacidad que almacenan las cuencas alta y media, donde llega a tener entre siete u ocho”.

Gallego explicó a este diario que el río cuenta con tres diques de contención. “En la cuenca alta, en Cabra Corral (Salta) hay un dique que soporta 2700 hectómetros cúbicos. Luego está el de El Tunal (Salta) de 150 hectómetros cúbicos, y en Santiago del Estero está Figueroa, en la cuenca media, que resiste sólo 70.” Recientemente, “la mayor cantidad de lluvias se dio en la cuenca media”, completó.

Respecto de las medidas necesarias para contener el río, Tévez indicó que por ahora “se colocaron contenedores con material fino, arcilloso, a ambas márgenes del curso de agua”. Además, el secretario sostuvo que “a pesar de que la ruta 92, que hoy actúa como dique de contención, tiene alcantarillas, éstas son insuficientes para drenar toda el agua”. Por lo que, de incrementarse el nivel hídrico, “en el corredor vial deberá hacerse un corte controlado para liberar agua hacia el sur”. “Ya hay algunos deslizamientos y eso no preocupa”, argumentó.

El intendente de Colonia Dora, Juan Sequeira, manifestó ante la prensa que la situación de su pueblo es “preocupante”. A la altura del paraje Bracho Luján, “el suelo comenzó a ponerse blando y se forman grietas que deben llenar minuto a minuto con tierra y arena”, graficó. En esta comunidad de cuatro mil habitantes, el año pasado debieron evacuarse 400 familias por una situación similar.

Los dos factores que habrían causado esta crecida del río son “el desmonte del bosque nativo en Salta, que actúa como contención de las lluvias, y el aumento de las precipitaciones”, consideró Gallego. Pero para tener un correcto diagnóstico de la situación “se va a encarar un estudio entre las tres provincias” (Salta, Santiago del Estero y Santa Fe)”.

Informe: Leonardo Rossi.