Jue 13.02.2003

SOCIEDAD  › EL TESTIMONIO DE UNA MUJER QUE ACUSO A HOYOS

“Debe pagar por el daño”

Sandra del Valle se presentó a denunciar que cuando tenía 12 años y era empleada de Hoyos, él la violó. Se siguieron acumulando pruebas en su contra.

Tal como anticipó este diario ayer, una joven denunció que Simón Hoyos, el abogado salteño que fue sorprendido en un hotel alojamiento junto a una nena de ocho años, la había violado en 1989, cuando ella tenía doce: “Fue como si hubiera ocurrido ayer y creo que debe pagar por el daño que hizo ahora”, contó la mujer que describió hechos similares a los del viernes pasado cuando Hoyos fue detenido en la ciudad de Salta, acusado de abuso de menores. “Cambia sustancialmente la investigación: si antes el hecho se presentaba como una casualidad ahora es una causalidad”, admitió a Página/12 Marcelo Arancibia, el abogado que renunció el martes a la defensa de Hoyos luego de que se descubriera en la caja fuerte de su estudio más de 20 cartas de niñas dirigidas al abogado además de videos y fotografías pornográficas de menores.
Sandra del Valle Rodríguez, de 26 años, denunció ayer ante la policía que hace 14 años fue violada por Hoyos. La mujer contó que a los 12 años comenzó a trabajar como mucama en la oficina que el abogado tenía en Mitre 274, en la capital salteña, y que el letrado la acosaba continuamente, por lo que decidió faltar durante varios días al trabajo hasta que Hoyos fue a su casa a hablar con su padre para que la niña regresara al estudio.
Según afirmó Del Valle Rodríguez, días después Hoyos le dijo que debía ir con él para realizar un trabajo sencillo: “Me hice acompañar por mi hermana, que en ese momento tenía 14 años; fuimos en una camioneta verde y en el camino se desvió a un lugar que no reconocí: entró a un garaje, bajó las cortinas y encerró a mi hermana en el baño; después Hoyos me pegó una cachetada y me tapó la boca mientras me desnudaba y me decía que no gritara”.
La mujer contó que luego el abogado la violó por varios minutos: “Me agarró por atrás y yo gritaba y gritaba hasta que quedé sin fuerzas y pensaba que podía matarme”. Del Valle Rodríguez continuó la descripción: “Después fue al baño y le dijo a mi hermana: ya la hice mujer. Luego le dijo que no hablara y a mí me tiró una toalla y mucho papel higiénico para que me limpiara la sangre”. Del Valle Rodríguez terminó su declaración afirmando: “Al salir de ese lugar, Hoyos nos llevó a mí y a mi hermana a tomar café con leche y me dio dos aspirinas para que se me fuera el dolor, después dijo que no lo denunciáramos porque él tenía plata y un lugar donde hacían desaparecer a quienes lo denunciaban”. La joven que decidió realizar la denuncia al enterarse de que el abogado había sido descubierto el viernes pasado con la hija de ocho años de la empleada doméstica, dijo que a pesar de que fue violada hace 14 años, se siente “como si todo hubiera ocurrido ayer”.
El relato que contó Del Valle Rodríguez coincide en varios aspectos con lo que sucedió el viernes y que provocó su detención acusado de abuso de menor. Ese día Valentina Mera Luapo, mucama en la casa de Hoyos, pidió permiso para realizar unos trámites y llevar a su hija de ocho años a su casa junto a sus cinco hermanas mayores. Al principio Hoyos la autorizó a salir pero luego la alcanzó en su camioneta Ford F-100 y le dijo que debía regresar y que él la llevaría a su hija a su casa, en el barrio El Mirador de San Bernardo, cerca de Salta. Hoyos llevó escondida a la niña al hotel alojamiento Las Palmeras y, ante sus gritos, fue sorprendido junto a la chica, que estaba semidesnuda, según relataron los custodios del hotel.
El juez Luis Agüero Molina (único magistrado de turno en el fuero penal de la capital salteña) se hizo cargo de la causa contra Hoyos por abuso de menor y el martes allanó su estudio en la calle Leguizamón al 600, donde en la caja fuerte se encontraron videos, revistas y fotografías pornográficas de menores y más de 20 cartas de niñas que le escribieron al abogado. Según afirmó una fuente judicial, algunas cartas habrían sido redactadas por otras de las hijas de su empleada, que contó que nunca dudó de su patrón (a pesar de que visitaba su casa con frecuencia) y que se trató de un hecho circunstancial.
Luego del allanamiento, su abogado Marcelo Arancibia decidió renunciar a la defensa por “razones de conciencia” aunque confirmó a Página/12 que laspruebas encontradas vulneraron la estrategia de defensa que sostenía que Hoyos había ido al hotel “para darse un baño de hidromasaje a fin de calmar un dolor de cabeza”. Ayer por la mañana, la defensora oficial Nº 2 de Salta, Ana Gloria Moya, asumió la defensa de Hoyos, aunque el abogado aún no la aceptó y, según una fuente judicial, designaría a Carlos Cueller. Los exámenes médicos mostraron que la niña no fue violada, pero las pruebas halladas y la declaración de Del Valle Rodríguez complicaron aún más al abogado, que podría ser acusado de corrupción de menores por Oscar Martínez, abogado de la familia de la niña.

Producción: Gabriel Entin.

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