Una vez más, la reacción con un arma de fuego provoca consecuencias peores al mal que se quiso evitar. Pasó cerca de Rosario, donde un joven de 27 años murió baleado en forma involuntaria por su propio padre, quien salió en su defensa y disparó el arma que llevaba contra dos personas –a una de las cuales también mató– que habrían intentado asaltar a la víctima mientras reparaba la pinchadura de una neumático de su vehículo en la autopista Rosario-Córdoba.

Según informaron fuentes policiales, la autopsia a la que fue sometido el cuerpo de Lucas Renna demostró que la herida de bala que le provocó la muerte fue causada por un disparo que efectuó su padre con una pistola calibre 9 milímetros. El hombre, además, mató a una de las personas que habrían intentado asaltar a Renna y a su esposa a la altura de la localidad santafesina de Roldán, cerca de Rosario.

La víctima y su mujer habían detenido su Ford Fiesta en la autopista al pinchar una goma. El joven pidió asistencia a su padre, quien llegó al lugar justo cuando dos personas intentaban asaltar a su hijo y a su nuera.

En ese momento, comenzó un tiroteo en el que murieron Renna y uno de los hombres que intentaron asaltarlo.

Las autopsias realizadas en el Instituto Médico Legal de Rosario revelaron que los disparos que causaron las muertes fueron realizados con la misma arma. El juez de Instrucción Juan José Pazos demoró durante algunas horas al padre de una de las víctimas, pero luego decidió dejarlo libre. Según una primera versión, luego descartada, uno de los asaltantes había asesinado al joven cuando ambos forcejearon.