Mar 26.04.2011

SOCIEDAD  › VECINOS DE VILLA SANTA RITA RECLAMAN UN LíMITE A LAS CONSTRUCCIONES DE ALTURA

Las torres, como una Puñalada

En un barrio porteño donde predominan los pasajes y las casas bajas aparecen los emprendimientos inmobiliarios que amenazan con alterar su fisonomía. Los vecinos ya lograron que se presentara un proyecto en la Legislatura.

› Por Eduardo Videla

Las calles arboladas, los pasajes y las cortadas son algunas de las características que definen a Villa Santa Rita. Al menos hasta ahora. Porque esos lugares únicos, que le dan a ese pequeño barrio su perfil distintivo, están amenazados por la construcción de edificios en torre en una de sus avenidas. Por esa razón, los habitantes del barrio han comenzado a movilizarse y en la Legislatura ya hay un proyecto de ley que pretende ponerles límite a la altura de las edificaciones, como ya se hizo hace dos años en Villa Pueyrredón.

La luz de alerta se encendió en la esquina del pasaje Granville, uno de los pocos peatonales de la ciudad, que en algún momento también se conoció con el nombre de La Puñalada. Allí no se pueden edificar viviendas con más de nueve metros de altura. Más que una calle, Granville es una vereda ancha, engalanada con canteros y farolas en sus breves cien metros. Pero pese a ese privilegio, el pasaje tiene la mala fortuna de desembocar en la avenida Alvarez Jonte, donde sí se permiten construcciones de altura. Justamente en esa esquina es donde se está levantando un edificio que ya va por el cuarto piso y los vecinos no saben dónde va a terminar.

El negocio inmobiliario parece haber puesto sus ojos en Villa Santa Rita. A cincuenta metros de Granville, también sobre Alvarez Jonte, aparece otra Puñalada: un terreno, donde hasta hace poco funcionó un lavadero de autos, ha sido vendido y está cercado, listo para empezar la construcción, no de uno, sino de dos edificios, con cocheras y piletas de natación. Ese terreno corta la manzana en dos: tiene entrada por Jonte y salida por el pasaje Dantas, que corre paralelo a la avenida.

“Estos edificios nos van a quitar la luz del sol para siempre, tanto a la mañana como a la tarde. Además, el barrio no tiene infraestructura para soportar este tipo de construcciones: ya desde noviembre el agua de red no llega en forma suficiente a las casas”, lamenta María Cabrejas, vecina del pasaje Granville y una de las promotoras del reclamo.

El barrio Villa Santa Rita es una pequeña superficie delimitada por las avenida Alvarez Jonte y Gaona y las calles Miranda, Condarco y Joaquín V. González. Está entre Flores, Floresta y Villa del Parque. Su principal característica, además de sus casas bajas y veredas arboladas, es que más de la mitad de sus calles son pasajes o cortadas. Donde más se concentra este tipo de arterias es en el llamado barrio Nazca, que arranca en la avenida de ese nombre y Alvarez Jonte hacia el Oeste, unos setecientos metros, hasta la calle Concordia. Allí está el pasaje Granville y a doscientos metros de allí, El Tokio, uno de los bares notables de la ciudad, ubicado en la esquina de Jonte y el pasaje Tokio.

Otra de las características del barrio es que no cuenta con un solo espacio verde: apenas tiene una plazoleta en Juan B Justo y Terrada y otra en la misma avenida y Cuenca.

El proyecto para limitar la altura de las nuevas construcciones, presentado la semana pasada por el diputado Eduardo Epszteyn (Diálogo por Buenos Aires), advierte que el problema para la zona se generó con “una modificación del Código de Planeamiento Urbano en el año 2000” a partir del cual la zona “pasó a tener FOT (factor de ocupación del terreno) libre y altura máxima en función del ancho de la calle”. Con esa modificación, sostiene el proyecto en su argumentación, “la morfología (del barrio) se ve amenazada cada vez más por el desarrollo de proyectos inmobiliarios”.

La iniciativa en cuestión propone establecer un límite para las parcelas frentistas a la avenida Alvarez Jonte, entre Concordia y Argerich. Allí, si se aprueba la norma, no se podría construir en alturas mayores a los 12 metros.

Una medida similar habían logrado los vecinos de Villa Pueyrredón cuando, después de movilizaciones y reclamos en la Legislatura, consiguieron que se aprobara un proyecto para que las construcciones en un tramo de la avenida Salvador María del Carril, entre Campana y Constituyentes, y en la calle La Pampa, entre Burela y Constituyentes. Allí el panorama era similar: junto a esas avenidas había pasajes y manzanas más chicas, con casas bajas, que se veían muy perjudicadas con las construcciones de edificios de siete u ocho pisos.

Ahora, los vecinos de Villa Santa Rita comenzaron a recorrer un camino similar. El miércoles pasado instalaron una mesa para juntar firmas en Alvarez Jonte y Cuenca, crearon el vecinosde granville.blogspot.com y ya lograron presentar un proyecto en la Legislatura. Y prometen seguir batallando hasta que la iniciativa tenga tratamiento y aprobación.

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