El hijo del empresario inmobiliario acusado de usar información clave sobre los clientes de la firma para robarles permanece prófugo y debe enfrentar una nueva sospecha: quería secuestrar a su propio hermano. Según declaró un ex empleado de la inmobiliaria DIC Propiedades, que asumió su parte como cómplice de los hechos, Rodrigo Del Coro Igarzábal tenía también intenciones de secuestrar a su propio hermano. La “banda de la inmobiliaria”, que se especializaba en robar el dinero cobrado por la venta de propiedades, declaró el acusado Sebastián Arias, se servía de la información sensible sobre operaciones que él y Del Coro Igarzábal manejaban.

En la fiscalía de Martínez-Acassuso, a cargo de Gastón Garbus, Arias develó que Del Coro Igarzábal, hijo menor del dueño de la empresa, había sido el ideólogo de los planes para asaltar clientes. En realidad, agregó, había propuesto la idea luego de que él y sus cómplices desecharan otros dos planes, que tendrían por víctimas a familiares directos suyos. Originalmente, Del Coro Igarzábal pretendía encargar el secuestro de su hermano mayor, Javier, quien también trabaja en la inmobiliaria familiar. Con ese proyecto descartado, sugirió organizar un robo en la casa central de DIC Propiedades, en Olivos, donde está la caja fuerte de la firma.

Fuentes de la investigación revelaron que quien se encontraba “trabajando en ese sector donde querían organizar el robo en la caja fuerte era la propia esposa de Rodrigo (Del Coro Igarzábal). Es decir que no sólo primero quiso secuestrar a su hermano, sino que también se le pasó por la cabeza poner en riesgo a su propia mujer”. Arias, quien fue detenido hace diez días, habría asegurado en su declaración al fiscal Garbus que fue él quien convenció a Del Coro Igarzábal de desistir de esos planes, porque los delincuentes con quienes estaban vinculados eran “muy pesados y se les podía ir la mano”. Por ello comenzaron, en cambio, los asaltos a clientes de la empresa familiar.