Un joven de 21 años fue detenido en la Villa 31, acusado por el crimen del periodista y líder comunitario de la comunidad boliviana Adams Ledesma Valenzuela, asesinado en septiembre pasado. El sospechoso, de nacionalidad paraguaya y apodado “El Pichu”, fue apresado en su casa de ese asentamiento por personal de la División Ferroviaria San Martín de la Policía Federal y de la Comisaría 46ª, quienes secuestraron algunas armas en el lugar.

Los investigadores recordaron que el joven se había escapado de la villa tras el crimen, hasta esta tarde, alrededor de las 16, cuando fue detenido y trasladado para que el juez a cargo de la causa, Mauricio Zamudio, le tome declaración.

Ledesma Valenzuela, de 41 años, padre de seis hijos, fue asesinado de varias puñaladas por la espalda la madrugada del 4 de septiembre pasado, cuando salió de su casa luego de haber sido despertado por un vecino porque había un desperfecto en la luz eléctrica.

Tras el crimen, la esposa del periodista, Marlene Torrico, aseguró que el móvil del asesinato no fue el robo, porque su marido tenía 55 pesos en el bolsillo, que la policía le devolvió a la mujer junto a las llaves de su casa y un buscapolo con el que la víctima iba a revisar la luz.

Torrico afirmó que su marido había sido sacado de su casa engañado. Los investigadores tratan de determinar si al periodista lo mataron por un trabajo que tenía previsto realizar en el canal. “Vamos a hacer periodismo de investigación, a filmar a los famosos que vienen en 4x4 y BMW a comprar droga”, dijo un mes antes de ser asesinado en una entrevista a un medio gráfico. Ledesma Valenzuela era el dueño del canal de televisión comunitaria Mundo Villa TV, que transmitía desde la Villa 31 con llegada a 1500 hogares y a la villa 1-11-14 del Bajo Flores.

A su vez, retransmitía sus programas a Bolivia, Paraguay y Perú, cuyas colectividades son mayoritarias en esos barrios. Además, el periodista boliviano realizaba desde hace varios años una actividad social y cultural, ya que daba clases de periodismo, fotografía y dibujo, con la coordinación de profesores de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Luego del homicidio, se realizaron varias marchas en la Villa 31 para pedir por el esclarecimiento del crimen, en tanto entidades que nuclean a periodistas expresaron su repudio por el crimen.