SOCIEDAD › COMIENZA EL JUICIO POR EL ASESINATO DE SOLANGE GRABENHEIMER
Lucila Frend es acusada de matar a puñaladas a la amiga íntima con quien compartía casa, un homicidio “doblemente agravado por alevosía y ensañamiento” que resulta también una extraña historia de pasiones.
Lucila Frend comenzará a ser juzgada, por el Tribunal Oral No 2 de San Isidro, como presunta autora del homicidio calificado de su amiga Solange Grabenheimer, quien fue asesinada a puñaladas en el año 2007 en la vivienda que ambas compartían en la localidad bonaerense de Florida. Todo indica que la imputada va a prestar declaración indagatoria en la apertura del juicio oral y después comenzará la ronda de testigos. El fiscal de la audiencia oral será el mismo que tuvo a su cargo la instrucción, Alejandro Guevara, quien acusará a Frend por el delito de “homicidio doblemente calificado por alevosía y ensañamiento”, que prevé la pena de prisión perpetua. Patricia Lamblot, la madre de Solange, aseguró ayer que “todas las pericias oficiales coincidieron con la hipótesis del fiscal”, que dice que “a la hora en que asesinaban a mi hija, la única persona que estaba allí (en la casa compartida) era Lucila”.
Por el contrario, Marina Harvey, la madre de la imputada Lucila Frend, aseguró que en el juicio saldrán a la luz “los manejos del fiscal”. Por eso declaró que “pese a toda la angustia que genera, estamos contentos de que por fin va a empezar el juicio oral. Vamos a demostrar que mi hija es inocente”. Harvey se mostró conforme porque en la primera audiencia se exhibirá el video de una reconstrucción del hallazgo del cadáver que hizo el fiscal Guevara y que en parte quedó nulo en la causa porque Lucila estuvo a punto de autoincriminarse cuando aún no era imputada.
“En ese video, los jueces van a poder ver los manejos de este fiscal que siempre persiguió a Luli y no investigó otras hipótesis. Jamás mi hija dijo en esa reconstrucción cómo la habían matado a Solange”, aseguró. Por su parte, la mamá de la víctima, Patricia Lamblot, resaltó que “ninguna pena” que se le aplique eventualmente a Lucila “va a aliviar el dolor de haber perdido” a su hija. “Sólo espero que se haga justicia por la memoria de Sol.” Destacó la labor del fiscal, no sólo desde el punto de vista profesional, sino también porque “hay un material humano excelente”. Lamentó, sin embargo, que no cuente “con los recursos” para poder “llevar adelante una investigación compleja como ésta”.
Frend, de 25 años –tenía 21 al momento del hecho–, vive en el exterior, ya que trabaja como productora en una exposición de dinosaurios robotizados que recorre el mundo, por lo que estuvo en Hungría, México y Colombia, entre otros países, aunque ahora volvió a la Argentina para el juicio oral. A pesar de la grave acusación en su contra, Lucila nunca estuvo detenida, dado que siempre colaboró con la Justicia y nunca se pensó en la posibilidad de que se fugara.
Lucila, primero como testigo y luego como imputada, siempre aseguró que el 10 de enero de 2007 salió de su casa a las 7.30 rumbo a su trabajo en un laboratorio de San Fernando, cuando su amiga aún dormía, y que el asesino debe haber entrado después de ese horario. El médico forense de la Policía Bonaerense dijo, en cambio, que Solange fue asesinada entre la 1 y las 7 de la mañana, cuando Lucila estaba en la casa. Otros médicos que participaron de las pericias dieron horarios alternativos que benefician a Frend, ya que la sacan de la escena a la hora del crimen estimada por ellos. Por esa razón, la clave del debate estará en las declaraciones de los forenses de la Policía Científica, la Gendarmería, la División Homicidios y particulares que participaron de la causa.
El fiscal Guevara reunió una serie de indicios que comprometen a Frend, pero no pruebas directas y contundentes: no hay testigos que hayan visto u oído nada que la incrimine, tampoco una evidencia científica en su contra o un móvil claramente identificado. Incluso fue dividido el fallo de la Sala II de la Cámara de San Isidro que en noviembre de 2009 confirmó la elevación del caso a juicio oral. Los jueces Juan Stepaniuc y Luis Cayuela consideraron que había elementos para llevar el caso a juicio, con la oposición de Leonardo Pitlevnik.
La fiscalía descartó que un tercero haya ingresado a la casa tras la salida de Frend al trabajo, pese a que una puerta que daba al balcón no tenía llave, ya que no hubo robo ni signos de ataque sexual.
El novio de Solange declaró que, antes del hallazgo del cuerpo, Frend estaba “muy nerviosa, temblando y diciendo ‘tengo mucho miedo’” cuando hasta ese momento nada hacía suponer el cuadro con el que se encontrarían.
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