SOCIEDAD › ANíBAL FERNáNDEZ DIJO QUE IMPULSARá EN EL SENADO LA DESPENALIZACIóN DEL CONSUMO
El jefe de Gabinete sostuvo que, si se convierte en senador, impulsará la sanción de la ley. “Hay que darles respuesta a los que la están esperando hace mucho”, dijo al inaugurar una Conferencia sobre Políticas de Drogas organizada por Intercambios.
› Por Emilio Ruchansky
Con una carraspera en la voz que lo acompañó en el primer tramo de su discurso y un tono encendido al final, ayer Aníbal Fernández hizo su primera promesa de campaña: impulsar la sanción de una ley que despenalice la tenencia de drogas para uso personal. “Yo termino mi mandato como jefe de Gabinete y, si Dios me ayuda, voy a ser senador. Si la ley no sale antes, yo garantizo que sale después. Voy a estar metido en la sanción para que se humanice el tema y darles respuesta a los que la están esperando hace mucho”, dijo el candidato que encabeza las lista de senadores bonaerenses por el oficialismo. Durante casi media hora, el funcionario explicó la postura del Gobierno en el anexo del Congreso, durante la apertura de la Novena Conferencia Nacional sobre Políticas de Drogas, organizada por la Asociación Civil Intercambios.
El jefe de Gabinete comenzó hablando de “un sujeto nuevo” en la discusión: la víctima del tráfico. “Doble víctima, porque además sufre los perjuicios de una violencia legal que no se corresponde con su particular circunstancia”, aclaró. Luego reveló datos judiciales de un informe de Intercambios y la Universidad de Buenos Aires: en los últimos 20 años, sólo el 0,7 por ciento de los detenidos por infringir la ley recibieron condena. El resto fue sobreseído por tratarse de consumidores o aún tiene una causa abierta. A una minoría le fue impuesto un tratamiento médico.
“Stuart Mill explicó que el derecho penal sólo debe utilizarse cuando una conducta daña a un tercero”, dijo el jefe de Gabinete y agregó: “Más del 70 por ciento de los usuarios son recreativos. Tenemos claro que las drogas no son inocuas, que generan riesgos, pero estamos hablando de conductas humanas, de libre albedrío. De libertades ganadas”. Entonces emparentó la despenalización con la ley de matrimonio igualitario, habló de “gente agraviada” y de una realidad que debe legislarse.
“Yo no soy progresista, no me voy a disfrazar de eso, pero sí un amante de la libertad”, dijo, y estimó que “nada tiene que hacer la Justicia” en lo que respecta al consumo. “Es el Estado –continuó– el que debe intervenir entre los pequeños grupos, los más vulnerables, cuando el consumo compromete seriamente la autonomía. Y ahí, las intervenciones y asistencias deben incluir la estrategia de reducción de riesgos y ser múltiples: salud, educación, deporte, trabajo”.
Antes del jefe de Gabinete nacional hablaron dos colaboradores suyos: Mónica Cuñarro, titular de la Comisión Coordinadora de Políticas Públicas sobre Drogas, y Yago Di Nella, director del Area de Salud Mental y Adicciones del Ministerio de Salud nacional. “¿Contra quién es la guerra? Contra doce mil personas encarceladas al año por usar drogas, pequeños comerciantes y mulas”, dijo la fiscal. Di Nella destacó que “se comience con la atención de las personas y no la persecución de las sustancias”.
Ambos temas fueron mencionados por Fernández, quien recordó que el concepto de “guerra” fue implantado por el presidente norteamericano Richard Nixon a mediados de los ’70 y lo importaron “patriotas como José López Rega”. Esta estrategia no dejó nada positivo, dijo, y luego puso de ejemplo a Estados Unidos donde, pese a los gastos en controlar la frontera con México, los narcotraficantes siguen pasando drogas vegetales y sintéticas. “Faltaba la frutilla del postre: Barack Obama dijo que el tema es la salud, que la guerra fracasó”, comentó.
El extenso discurso de Fernández también incluyó la postura argentina y uruguaya ante la ONU en 2008 para que se descriminalice a los usuarios. “Dos años después, el italiano Antonio María Costa, que estaba por dejar su cargo en la Oficina de Drogas y Crimen de la Naciones Unidas, reconoció que no había que perseguir a los perejiles, que teníamos que ir por las pirañas”, dijo y resaltó que el cambio en la política criminal no es sólo una idea suya: “Nuestra Corte Suprema de Justicia de la Nación en el fallo Arriolla declaró inconstitucional penar la tenencia para uso personal”.
En el contexto internacional, continuó, Argentina es un país de tránsito y no de consumo “porque el negocio es malo para ellos”. Para demostrarlo, el jefe de Gabinete se limitó a contrastar los precios de la efedrina y la anfetamina en los denominados países del primer mundo. De paso, desechó las típicas representaciones de los capos narcos. “El negocio del tráfico es más parecido a una Unión Transitoria de Empresas, donde distintas personas se dividen la producción, el traslado y la venta”, graficó.
Sobre el final, y con un tono encendido, el candidato exigió evitar “el reduccionismo estúpido de pensar que hay que perseguir perejiles” y consideró que hay consenso en su partido y en otros para avanzar en la reforma. “Déjennos las manos libres para que podamos ayudar y atacar a quien corresponde”, rogó Fernández mientras lo aplaudían.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux