SOCIEDAD
› PEDIDOS EN SOLIDARIDAD CON LA NENA NICARAGÜENSE
Avalancha por la excomunión
La Iglesia arrojó la primera piedra y le devolvieron 25 mil. Esa cantidad de personas de todo el mundo pedirá al Vaticano ser excomulgada, después de declararse colaboradores activos en la interrupción del embarazo de la nena nicaragüense de 9 años que había sido violada. La campaña surgió hace una semana a partir de una organización civil española como reacción a la decisión de la Iglesia nicaragüense de aplicar la excomunión a los padres de la nena y a los médicos que le practicaron el aborto en una clínica privada de Managua el 21 de febrero. Desde la convocatoria, los aspirantes a conseguir la excomunión se multiplican sin parar y mañana será entregada la lista con los primeros 25 mil nombres ante la Nunciatura Apostólica de la Santa Sede de Managua y Madrid.
Bajo la consigna “Yo también quiero ser excomulgada/o por colaborar con la interrupción del embarazo y salvar la vida de Rosa”, la campaña fue iniciada una semana atrás por las organizaciones de la Red Feminista contra la Violencia de Género en España (www.redfeminista.org), ante la excomulgación de los padres de la niña violada por permitir el aborto de su hija y a los médicos que lo llevaron a cabo.
Anoche, los aspirantes a la excomunión ya eran más de 26 mil y el número sigue en aumento. La campaña lleva además el lema Por los Estados laicos... ¡No al Integrismo!, contra “los sectores más recalcitrantes de la Iglesia y el rancio integrismo católico”.
La nena, conocida con el nombre ficticio de Rosa, había sido violada en Costa Rica, donde trabajaba junto a sus padres en una finca en la recolección de café. El embarazo fue descubierto cuando ya habían pasado tres meses y la nena fue trasladada a su país natal, donde finalmente se le realizó un aborto el 21 de febrero, en medio de una gran polémica. Allí, los padres de la niña decidieron autorizarlo, en base a la patria potestad y en cumplimiento del Código Penal, cuando escucharon el diagnóstico médico oficial: por su edad, Rosita no podía desarrollar un embarazo normal y existía riesgo de muerte tanto si abortaba como si no. La Iglesia se opuso sistemáticamente y desde el principio a que se interrumpiera el embarazo.
Ahora Rosa permanece con salud estable y atendida de dos enfermedades venéreas que contrajo durante la violación. En tanto, la Justicia desestimó ayer una demanda presentada por un particular para enjuiciar a los excomulgados padres de la nena por autorizar el aborto. La Fiscalía consideró que “el aborto terapéutico practicado a la niña no constituye delito de conformidad al artículo 165 del Código Penal porque los presupuestos procesales fueron debidamente cumplidos”y archivó el caso.
La campaña por la excomunión es apoyada también por muchas otras organizaciones civiles. Entre ellas, el Comité Nacional Feminista de Nicaragua (CNF) y el Comité de América Latina y del Caribe para la defensa de los Derechos de las Mujeres (CLADE), que se sumaron con una acusación a “la jerarquía católica y otras organizaciones fundamentalistas como Anprovida y el Opus Dei”.