SOCIEDAD › AL ENTERARSE DE QUE EL ADN LO INCRIMINA, GUSTAVO LASI NO DECLARó
Es el principal acusado por la muerte de las turistas francesas en Salta. El semen hallado en la vagina de una víctima coincide con su ADN. Ayer fue convocado por el juez, pero se negó a declarar. A la otra mujer la violaron entre varios.
Sin saber que los estudios premiliminares sobre el semen hallado en el cuerpo de Houria Moumni coinciden con su ADN, ayer Gustavo Lasi volvió a sentarse frente al juez salteño Martín Pérez. La primera vez había pedido suspender la declaración por razones de salud; ayer, según comentaron fuentes del caso, se lo veía confiado en conseguir la excarcelación hasta que recibió la noticia del ADN. “Lo tomó con calma, no se inmutó”, aseguró Daniel Morales, abogado del principal sospechoso del crimen de las dos turistas francesas. Pero Lasi se negó a declarar: “No estaba en condiciones físicas ni psíquicas”, adujo su defensor. Con las muestras de semen tomadas del cuerpo de Cassandre Bouvier, la otra víctima, hubo dificultades por la “multiplicidad de fluidos”: habría sido violada por dos o más personas.
“El juez le estaba leyendo a Gustavo Lasi el resultado del estudio de ADN que lo incrimina, cuando dijo sentirse perturbado y se interrumpió la audiencia”, detalló ayer la fuente judicial consultada, quien sostuvo que la declaración se reanudaría el viernes. Sí habló el padre del joven, quien habría recibido la carabina calibre .22 marca Bataan para ocultarla. Walter Lasi, de 54 años, aseguró desconocer que el arma se utilizó en un crimen y comentó que la carabina era un regalo que le hizo a Gustavo su abuelo. “Si hizo algo, que se haga cargo”, le habría dicho al juez.
El estudio de ADN estuvo a cargo del Servicio de Huellas Digitales Genéticas de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires y su director, Daniel Corach, destacó la labor del juez Pérez y los peritos locales. “Todas las muestras fueron debidamente rotuladas y preservadas, lo que posibilitó una adecuada obtención de material genético para su análisis”, dice la nota difundida ayer por el Poder Judicial salteño. Aún restan los resultados del análisis de piel encontrada bajo las uñas de una de las víctimas y cabellos, a cargo del Cuerpo de Investigaciones Fiscales del Ministerio Público de Salta.
Otra pista firme es la bala extraída de la cabeza de Bouvier, de 29 años, que pertenece a la carabina Bataan, un arma que pasó por seis manos antes de ser hallada. Al parecer, Gustavo Lasi se la dio a su padre, éste a Oscar “Pajarito” Ramos, quien se la pasó al hermano de Gustavo, Eduardo Lasi, que a su vez se la pasó a un jardinero conocido como el Chato Sandoval. Finalmente, el Chato la habría dejado en el cuarto de herramientas de un hombre de apellido De Carlo, para quien trabajaba. Hasta el momento, sólo Walter Lasi y Ramos están detenidos por ser los supuestos encubridores.
En la escena del crimen, un paraje en la Quebrada de San Lorenzo, cerca de Salta capital, también se encontraron dos balas de un revólver calibre .22. El arma, fabricada en Brasil y con el número de serie gastada, pertenece al jornalero Raúl Sarmiento, quien cumplió siete años de prisión por abuso sexual y fue detenido por un robo y excarcelado el 4 de agosto pasado. El revólver apareció enterrado junto a otros dos en la casa de este sospechoso, detenido el domingo pasado. En su defensa, Sarmiento dijo que se lo había “plantado” la policía.
La bala que mató a Moumni atravesó el cuerpo de la joven y fue disparada a un metro de ella, por la espalda, al parecer cuando intentaba escapar. Los investigadores no descartaron ayer la hipótesis de que los implicados en el crimen hayan plantado las dos vainas servidas en la escena del crimen para despistarlos. “Sarmiento últimamente se dedicaba a robar, pero como tiene antecedentes penales por abuso sexual fue de cabeza a la cárcel”, admitió una fuente judicial, quien comentó que es posible que la bala que perforó el cuerpo de la joven de 24 años pueda haber sido disparada por la carabina de Lasi.
Por el momento, en la Justicia dan casi como un hecho que el jardinero Santos Vera y el puestero Daniel Vilte también estuvieron en la escena del crimen. El juez Pérez ordenó el 1º de agosto –dos días después de la aparición de los dos cadáveres– que se intervinieran los teléfonos celulares de ambos y serían esas escuchas las principales claves de estas detenciones, al menos hasta que se completen los peritajes. La (ex) novia de Gustavo Lasi, María Fernanda Cañizares, y su hermano, Fernando, también continúan en prisión aunque su situación podría cambiar en el transcurso de esta semana o la próxima.
“Están adentro porque tenían la cámara y el celular de las francesas, pero ella fue fundamental porque fue la que aportó la pista del arma. La verdad es que los Cañizares la ven de costado”, comentó anoche una fuente judicial. Ayer, en medio del complicado panorama judicial en el que está Lasi, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable salteño le rescindió el contrato de trabajo que tenía como administrativo en la Secretaría de Políticas Ambientales. El motivo fue no haber justificado su ausencia el 14, 27 y 29 de julio, día en que aparecieron los cadáveres.
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