El ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, confirmó que apelará el fallo judicial que frenó la instalación de cámaras de seguridad en dos escuelas de la ciudad y argumentó que el sistema es “para cuidar los bienes”, no para “saber si los chicos de sexto grado tiran tizas” o si los alumnos “se copian o no”. En tanto, la Unión de Trabajadores de la Educación y el Observatorio de Derechos Humanos se presentarán hoy a las 11 en el Juzgado ubicado en Avenida de Mayo 654 para acompañar a un grupo de padres que adhieren al fallo y reclaman la misma medida para las escuelas adonde concurren sus hijos.

Sobre el tema opinaron ayer dos ministros de Educación. El de la Nación, Alberto Sileoni, dijo: “Quiero ser prudente, no me parece que la norma tenga que ver con escuelas específicas o con perseguir alumnos”. Pero, al ser consultado sobre su opinión sobre la instalación de cámaras en escuelas, afirmó que “para supervisar las acciones de los chicos están los docentes”. El ministro de Educación bonaerense, Mario Oporto, opinó que “hay que ser muy cuidadosos con este tipo de medidas que pueden afectar la intimidad de las personas. Nosotros nunca pensamos en ese proyecto”.

Por su parte, Héctor Hussein, padre de dos alumnas del Instituto Bernasconi del barrio de Parque Patricios y uno de los amparistas, explicó que se opone a que el sistema de seguridad se instale adentro de la escuela, pero admitió que estaría a favor de que se pongan “en el perímetro” del establecimiento.

“Queda claro que las cámaras y las alarmas se prenden cuando no queda nadie en la escuela, pero bueno, indudablemente es gente que tiene ganas de gastar tiempo y papel”, dijo Montenegro. Sin embargo, en los pliegos no sólo no se aclara esto sino que se dice que el servicio de seguridad se prestará las 24 horas del día, incluidos sábados, domingos y feriados.