SOCIEDAD
Solá admite que los desarmaderos a menudo tienen cobertura policial
Tras un megaoperativo en el que se allanaron más de diez desarmaderos en el conurbano, el gobernador bonaerense reconoció que los uniformados suelen ser parte del negocio de los autos robados. Cafiero consideró que en este campo “hay una raíz mafiosa”.
No es ningún secreto que la policía participa en el negocio de los desarmaderos, pero que se lo reconozca oficialmente ya es otro cantar. Eso sucedió ayer, tras el operativo realizado en diferentes puntos del conurbano bonaerense, en el que se allanaron más de diez desarmaderos de autos y se detuvo a 19 personas: el gobernador Felipe Solá admitió que las bandas dedicadas al robo de autos y la venta ilegal de repuestos funcionan “en muchos casos” bajo protección policial. Por su parte, al anunciar los resultados del operativo, el ministro de Seguridad, Juan Pablo Cafiero, aseguró que las organizaciones “de la industria del robo automotor trabajan en conexión porque detrás hay una raíz mafiosa”.
Además, Cafiero anunció que continuarán los operativos en el marco de una política de “endurecimiento” para acrecentar la lucha contra el robo y la venta ilegal de partes de vehículos robados. Días atrás, el ministro ya había informado sobre el proyecto de modificar la legislación vigente y endurecer las sanciones para este tipo de delitos.
En la mañana de ayer, la Policía Bonaerense realizó más de 20 allanamientos en los partidos de Almirante Brown, Tigre y San Fernando, donde en total se detuvieron a 19 personas y se secuestraron cientos de autos robados y cerca de mil autopartes. Los operativos se realizaron en forma simultánea con un helicóptero y varias lanchas y móviles en base a una investigación para la que, según afirmó ayer Cafiero, los vecinos de las diferentes zonas aportaron gran cantidad de datos.
Lo dijo en una conferencia de prensa que brindó ayer en la localidad de Virreyes, partido de San Fernando, luego de recorrer los desarmaderos allanados en esa zona junto al jefe de la Policía Bonaerense, Julio Sobrado, y el jefe de la Departamental de San Isidro, Miguel Cabrera.
En Tigre funcionaba una de las mayores bandas que fue desarticulada ayer. Los allanamientos allí se realizaron en cuatro galpones en los que fueron detenidas 15 personas y secuestradas cerca de mil autopartes. Otra organización fue desbaratada en Gregorio Laferrere, con el secuestro de 100 autos cortados y la detención de dos personas y la tercera en Adrogué, en una casa particular con un gran terreno en el que había cuatro camiones, dos que habían sido robados anteanoche y otros dos que ya estaban fragmentados para ser vendidos en partes, según informaron fuentes policiales.
“Entre las bandas desbaratadas hoy (por ayer) existían conexiones, estaban relacionadas, porque hay una raíz mafiosa en la industria del robo automotor”, aseguró Cafiero en referencia al delito que en los últimos meses más preocupa al gobierno provincial. Y Solá coincidió: “El robo de autos es la fuente de asesinatos más grande de la provincia de Buenos Aires, después está el robo de mercaderías del campo que subieron de valor por la devaluación y están los piratas del asfalto. El robo de autos se convirtió en la forma de negocio rápido y la manera de combatirlo no es la presencia policial porque si el robo es negocio lo van a seguir haciendo en otro lado”, señaló el gobernador.
En tren de combate, Solá también se refirió al proyecto de modificación del Código Penal: “Desde hace un mes está en el Congreso la modificación de la figura de decomiso y ya tiene la firma del PJ y la UCR en Diputados”. En este sentido, Cafiero explicó que la modificación apunta no sólo al robo de autos sino a la decomisación de todo el fondo de comercio de cualquier negocio, sin importar la escala, “cuando entre sus góndolas tenga alguna mercadería robada”. Con esto se van a reducir los robos de autos, de mercadería rural y los piratas del asfalto”, estimó el funcionario y arriesgó: “Me animo a decir una cifra, estimamos que caerá un 65 por ciento, si todos colaboramos”, aclaró.