Ayer se inició el turno de los alegatos de las defensas en el juicio García Belsunce II. Los abogados de la masajista Betty Michelini, del medio hermano de María Marta, Juan “John” Hurtig, y del médico Juan Ramón Gauvry Gordon solicitaron las absoluciones de sus clientes. En realidad, el representante de Michelini subrayó, en una escueta defensa de 10 minutos, que la propia fiscalía había solicitado la absolución. La defensa de Hurtig basó su alegato prácticamente deshaciéndose en un elogio de su cliente, lo presentó como “el combustible de la investigación”, porque sus interrogantes fueron –según la defensa– los que motivaron la intervención de la Justicia. Por su lado, el abogado de Gauvry Gordon sostuvo su alegato en la escasa capacitación y en la ingenuidad de su cliente, que no supo detectar un homicidio ni recordar que en una muerte traumática corresponde hacer la denuncia.

El lunes pasado, la fiscal Laura Zyseskind había solicitado seis años de prisión para el médico, entre otras cuestiones porque no había denunciado la muerte traumática que él mismo había diagnosticado; también había solicitado cinco años para Juan “John” porque había arrojado el pituto al inodoro y había colaborado en el ocultamiento. En cambio, para Michelini pidió la absolución, porque sostuvo que no se encontraron pruebas en su contra.

Roberto Ribas, defensor de Michelini junto a Eduardo Ludueña, se tomó sólo 10 minutos para exponer que, después del pedido de la fiscalía, no quedaba otro camino que la absolución de su clienta.

Otra es la situación de Hurtig y Gauvry Gordon. Por el primero, el abogado Marcelo Riguera sostuvo que fue él quien rescató el pituto del pozo ciego y que sería un absurdo condenar a quien fue el “combustible de la investigación”. “Hubo una sola y única persona, mi defendido Juan Hurtig, que montado en sus dudas torció el rumbo de los hechos”, dijo.

Gabriel Becker, abogado de Gauvry Gordon, aseguró que su cliente no convocó a la policía porque “se comió la versión del accidente doméstico” planteada por la familia y por su desconocimiento en materia de medicina legal. “No se representó la posibilidad ni tuvo la sospecha de que había sido asesinada María Marta.” “Gauvry Gordon se equivocó, pero obró de buena fe y no se le puede imputar un accionar doloso”, señaló. Y aprovechó para acusar al segundo médico, no imputado, Santiago Biasi: “Es un mentiroso, Biasi enlodó a Gauvry Gordon para salvarse él mismo”.