Mié 19.03.2003

SOCIEDAD

“Me irrité y dije que a los negros maleducados habría que matarlos”

Eso admitió Fernando Mazzini Uriburu, en el juicio que se le sigue por amenazas contra una mujer negra, aunque sostuvo que la frase no fue contra ella. Para su abogado, no existe racismo.

Como argumento para demostrar que no quiso discriminar a una mujer negra, el acusado no tuvo mejor idea que afirmar: “Fui a un colegio judío”. Pero más sorprendente aún fue su abogado, José María Soaje Pinto, famoso por defender a nazis y carapintadas: “En la Argentina hace más de 100 años que no tenemos negros y por tanto no existe racismo en nuestro país –sostuvo–. Yo no sé si la señora en Uruguay, que es donde nació, tiene estos problemas, puede ser, pero le pido que no los importe para acá”. Era la primera jornada de juicio oral que se le sigue a Facundo Mazzini Uriburu por amenazas y promoción del odio racial: en marzo de 2000 sorprendió en el supermercado Coto de la avenida Cabildo a Elisa de Souza de Melgarejo y a su pequeño nieto, Nicolás, de tan sólo un año y medio, con la frase “a los negros hay que matarlos a todos de chiquitos, como éste”. Luego de escuchar durante todo el día de ayer a los testigos del hecho, hoy el juez Ballestero dará su veredicto. Si sigue el pedido de la querella y la fiscalía, este hombre de 33 años, tataranieto del dictador José Félix Uriburu, será condenado a entre uno y tres años de prisión. Si sigue el criterio de la defensa, será absuelto.
“Hoy ha sido un día muy difícil para mí. Tanta agresión, tantos agravios, pero igual sigo fuerte, aunque no voy a negar que desde ese día salgo a la calle con miedo”, dijo a Página/12 Elisa de Souza Melgarejo al retirarse del tribunal en la tarde de ayer, luego de la primera jornada del juicio oral y público que se le sigue a Facundo Mazzini Uriburu por infringir la Ley Antidiscriminatoria.
Fue una jornada agotadora, donde durante las casi siete horas que duró la audiencia el juez federal Jorge Ballestero intentó determinar fehacientemente cómo ocurrieron los hechos aquel 8 de marzo de 2000. Se esperaba que fuera rápido. Sin embargo, la extensión de los testimonios y los alegatos provocó que la lectura de la sentencia se postergara para hoy.
De entrada nomás se vivió una de las grandes sorpresas de la audiencia cuando el imputado, luego de negar durante casi tres años haber tenido algún problema en el supermercado, admitió haber discutido con Elisa de Souza en el interior de éste. Este cambio desconcertó a la querella, quien miraba sorprendida cómo Mazzini Uriburu relataba una historia donde se reservaba para sí mismo el papel de víctima.
“Yo estaba comprando algunas verduras cuando un hombre me chocó de atrás con un carrito. Esto es algo que habitualmente pasa en Coto, por lo que me irrité y dije que a todos los negros maleducados habría que matarlos. Eso fue lo único que expresé”, explicó el imputado quien pretendió defenderse explicando que “nunca tuve problemas con nadie, yo iba a un colegio judío”.
Pero no todo quedó allí, ya que Mazzini Uriburu continúo su relato e incluso se atrevió a acusar a de Souza de haberlo increpado. “Qué problema tenés con los negros, vos rubio de mierda”, supuestamente le habría dicho esta mujer de 58 años, luego de aparecer como un fantasma por detrás de una góndola.
Tras este extraño renacer de la memoria del acusado, le toco el turno a la propia Elisa de contar su verdad y ratificar lo dicho en su denuncia más de tres años atrás. “Cuando llegó la policía lo primero que me preguntaron fue si tenía documentos. Cuando le dije que sí, me dijeron que no hiciera la denuncia, que me iba a meter en problemas, pero yo seguí adelante porque tenía que defender a mi nieto”, concluyó la denunciante.
Algo más tarde fueron las testigos presenciales las que se presentaron a declarar. Tanto Ramona Isabel Torres, como Marcela Torres ratificaron lo dicho por Elisa de Souza, e indicaron claramente que luego de los insultos, la señora se mostró sumamente asustada y angustiada, permitiendo a partir de esta descripción que la querella y la fiscalía pudieran tipificar el delito como amenaza.
“Al proferirle esas palabras, tal cual plantearon las testigos, Mazzini Uriburu logró que la señora de Souza sintiera temor, poniendo en peligrola salud psíquica de la persona, que es el bien que la Justicia busca proteger cuando se habla de amenaza”, dijo Avila, uno de los abogados querellantes. “La Ley Antidiscriminatoria condena a aquellos que alienten el odio racial, y lo que tenemos aquí es un llamado directo a la acción ante un público de al menos 40 personas”, explicó la otra abogada, Carolina Fernández Blanco.
Luego llegó el turno del alegato del abogado defensor, Soaje Pinto, recordado en tribunales por haber patrocinado al líder neonazi argentino Alejandro Biondini. “Todo este juicio es una gigantesca tontería, simplemente porque como no hay negros en la Argentina, tampoco hay racismo”, fueron las palabras que eligió Soaje Pinto para abrir su exposición mientras se levantaba de su asiento para poner en juego sus mejores dotes actorales. “Me refiero al racismo contra la gente de color, lo que no quiere decir que no haya discriminación”, agregó antes de opinar que su cliente, como todo católico apostólico romano, no discrimina ni se cree superior a otro.
Luego, se dedico durante largo rato a desmerecer los testimonios de las testigos presenciales del caso y a acusar a Elisa de Souza Melgarejo de mentirosa para concluir con la siguiente frase: “Nosotros no usamos la palabra negro con sentido racial sino como un calificativo amistoso, como cuando decimos ‘fuimos a bailar con los negros, como refiriéndonos a los amigos’”, pretendió explicar. Y como si fuera poco, opinó que el Instituto Nacional contra la Discriminación, el Racismo y la Xenofobia (Inadi) “es una cueva de izquierdistas resentidos”.

Informe: Damián Paikin.

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