Cientos de mujeres de todo el país se congregaron en la ciudad de San Carlos de Bariloche para participar del 260 Encuentro Nacional de Mujeres. Pañuelos verdes, banderas multicolores y la alegría de las jóvenes marcaron el paisaje del primer punto de encuentro, en el velódromo municipal. Allí el grupo de organizadoras les dio la bienvenida a las visitantes. “Pese a la campaña de desprestigio impulsada por algunos sectores, estamos aquí más fortalecidas que nunca”, remarcaron. Tras la apertura, las participantes se repartieron en los talleres. Este año, uno de los temas con más convocatoria fue la lucha por la despenalización del aborto y la necesidad de generar nuevas estrategias para avanzar con su debate en el Congreso.

A las nueve de la mañana, el velódromo municipal ya había cambiado su fisonomía habitual. Los efectos de la ceniza volcánica que afectó a la región en junio pasado se podían ver en las calles y en las caras de los habitantes, pero no en el buen humor y la euforia de las mujeres que tras largas horas de viaje llegaron a la ciudad para participar, debatir y ponerle el cuerpo a la lucha por sus derechos. Cargadas con mochilas y bolsas de dormir o sólo con lo puesto, se instalaron en el lugar. “Es nuestro primer encuentro”, respondieron a coro un grupo de chicas de entre 16 y 17 años que no pararon de bailar. “Queremos participar de todos los talleres que podamos”, señalaron.

Los grupos que llegaron temprano aprovecharon para descansar y tomar unos mates antes del acto de apertura, la carpa de inscripción seguía sumando mujeres recién bajadas de los micros y el cielo se empezó a llenar de banderas de diversas agrupaciones feministas, de diferentes partidos políticos, de organizaciones sindicales y gremiales y muchas otras que sin pertenecer a espacios tradicionales decidieron sumar sus voces a las jornadas.

“El momento, el momento, el momento ya llegó, a pesar de todo le hicimos el encuentro”, fue la canción elegida por las veinte mujeres que organizaron las jornadas y subieron al escenario para dar la bienvenida a las cientos de visitantes. “Las adversidades no lograron impedir que nos juntemos. La campaña de desprestigio impulsada por algunos sectores (locales) no ha podido evitarlo. Acá estamos más fortalecidas que nunca”, señala el documento elaborado por las organizadoras y que fue leído en el acto de apertura.

“La ciudad es conocida por sus bellos paisajes, pero hay otra postal que está negada, la postal del hambre, la explotación, la represión y la impunidad. Se trata de una crisis agravada por las condiciones climáticas, por la falta de trabajo, las pésimas condiciones laborales. Muchas de nosotras estamos desocupadas y somos sostén de familias”, denunciaron. “Los encuentros son una herramienta de lucha, para intercambiar realidades, para recuperar la palabra e incidir en el espacio político”, sostuvieron las organizadoras.

Luisa Calcumil, referente de la comunidad mapuche, también les dio la bienvenida a las participantes y llevó al encuentro la deuda histórica del Estado con los pueblos originarios y el reparto en pocas manos de las tierras ancestrales. “Tenemos que luchar por estas tierras, las necesitamos nosotros, nuestros hijos, nuestros nietos”, sostuvo.

Tras la apertura de las jornadas, las cientos de mujeres con mapa en mano eligieron los talleres para participar. Este año, la agenda incluye 55 talleres que abordan temas diversos: mujeres y feminismo, sexualidad, derechos sexuales y reproductivos, anticoncepción y aborto, salud mental, VIH sida, adicciones, lucha contra la droga, trata de personas, explotación sexual, mujeres en situación de prostitución, medios de comunicación, su participación en sindicatos y partidos políticos.

Uno de los espacios con mayor cantidad de participantes en la primera jornada fue el taller sobre Estrategias para el Acceso al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. El debate estuvo marcado por la necesidad de organizarse y generar un plan de acción de cara al primero de noviembre, cuando comenzará el debate sobre el tema en la Comisión de Legislación Penal, a cargo del diputado nacional Juan Carlos Vega. También coincidieron en señalar que la lucha por la ley debe ser acompañada por campañas de información y concientización para que todas las mujeres puedan decidir libremente.

“Hay que rechazar el proyecto de Vega (legisla sobre los abortos no punibles) porque es retrógrado y regresivo, y desvía la discusión hacia otro lado”, sostuvo Magalí, del Frente de Mujeres de Nuevo Encuentro. “El aborto tiene que dejar de ser un delito y evitar la muerte de cientos de mujeres que no pueden decidir si tener o no hijos”, agregó Andrea.

Otras participantes plantearon la urgencia de pensar nuevas estrategias de comunicación y promover la unidad entre las diversas agrupaciones que luchan por el derecho al aborto. “Las cuestiones ideológicas, las chicanas, evitan la movilización amplia y una discusión profunda”, cuestionó Estela, oriunda de Neuquén. “No podemos confiar en los legisladores ni el gobierno que está en contra. Hay que salir a las calles y organizar un plan de lucha a nivel nacional. La Iglesia y los sectores reaccionarios ya están organizados y tienen fuerza”, advirtió Lorena, de la agrupación Las Rojas.

Algunas expresaron sus dudas acerca de promover la interrupción de los embarazos a través del uso de misoprostol. “Hay que organizarse y reclamar la legislación del aborto y mientras tanto acompañar a las mujeres que deciden usar la pastilla, pero es una práctica que se da en la intimidad, sin profesionales que asistan, sin información adecuada”, explicó. “No tiene que ver con el método, usar esa pastilla no es aislar y nadie dice que no estén nuestros compañeros. Lo importante es salvar vidas”, le retrucó Mariana.

Las tres horas del taller permitieron exponer posiciones, críticas y propuestas. El debate continúa hoy y cierra mañana, cuando a través del consenso decidirán un programa colectivo de lucha.